El coaching cada vez va ganando terreno. En un estudio reciente realizado por la Federación Internacional del Coaching (ICF), el aumento en profesionales del coaching señala un crecimiento del 54% en todo el mundo. En el caso particular de México, los coaches reportaron un aumento del 81% en sus ingresos anuales.
Sin embargo, es importante que cuando una persona o empresa desea contratar los servicios de un coach profesional, tenga en cuenta la formación de este profesional, puesto que respaldan las habilidades y conocimientos que el coach debe de tener para obtener los beneficios deseados.
Por lo anterior, la ICF desarrolló 8 competencias básicas alineadas a su código de ética, indispensables para que todo coach cuente con una mejor formación profesional, comprensión de las habilidades y enfoques del proceso del coaching y, así, brindar un servicio de calidad enfocado a los objetivos planteados.
Las Competencias Básicas de la ICF están organizadas en cuatro dominios:
Fundamentos
1.- Demostrar una práctica ética. – El coach debe entender y aplicar constantemente la ética de coaching y los estándares de coaching para con sus clientes. Integridad personal, honestidad, sensatez, uso de un lenguaje adecuado y respetuoso y confidencialidad son algunos de las cualidades que debe de mostrar el coach frente a sus coachees.
2.- Representar una mentalidad de coaching. – Desarrollar y mantener una mentalidad abierta, curiosa, flexible y centrada en cada cliente. El coach debe de participar en el aprendizaje, preparación y en su desarrollo continuo como coach. Hacer un ejercicio continuo de reflexión le ayudará a mejorar su propio coaching. El apoyo en fuentes externas cuando así lo requiera, puede generar un valor extra en sus sesiones; así como también desarrollar y mantener la capacidad de regular las propias emociones.
Creación conjunta de la relación
3.- Establecer y mantener acuerdos. – Es importante la colaboración en cada relación con clientes y las partes interesadas para crear acuerdos claros al inicio del proceso, así como en cada sesión sobre el proceso, los planes y las metas. El coach debe de explicar qué es y lo qué no es el coaching, responsabilidades de ambas partes, horarios, duración, definición de metas, identificación de lo que se desea lograr en cada sesión, enfoques, entre otros detalles.
4.- Cultivar confianza y seguridad. – La colaboración con cada uno de los clientes para generar un ambiente seguro y de apoyo que le permita compartir libremente, es fundamental. Respeto, empatía, confianza, reconocimiento de talentos, formas de trabajo, reconocimiento y apoyo de expresión de sentimientos, creencias, percepciones y preocupaciones ayudarán a crear una relación de confianza con cada cliente.
5.- Mantener la presencia. – Es plenamente consciente y está presente con el cliente, empleando un estilo abierto, flexible, con los pies en la tierra y seguro de sí mismo. El tiempo dedicado debe ser de calidad, permanecer centrado, observador, empático, receptivo y demostrar curiosidad durante el proceso de coaching. Crear o considerar un espacio para el silencio, la pausa o la reflexión también es necesario.
6.- Escuchar activamente. – Se centra en lo que el cliente dice y lo que no para comprender plenamente lo que está comunicando en su contexto, identidad, entorno, experiencias, valores, creencias, entre otros, y así mejorar la comprensión de lo que está comunicando. Aspectos como las señales no verbales, tono de voz, lenguaje corporal también deben de ser considerados para determinar el significado completo de lo que está comunicando.
7.- Evocar conciencia. – Facilita la comprensión y el aprendizaje de cada cliente mediante el uso de herramientas y técnicas como el interrogatorio enérgico, el silencio, la metáfora o la analogía. Se debe de tomar en cuenta la experiencia del cliente a la hora de decidir qué puede ser más útil. Plantear preguntas que ayuden al cliente a explorar más allá de su pensamiento actual e incitar a que comparta más sobre su experiencia en ese momento, ayudará a ver qué es lo que lo que funciona para mejorar el progreso con cada cliente.
Cultivar aprendizaje y crecimiento
8.- Facilitar el crecimiento de los clientes. – Colabora con el cliente para transformar el aprendizaje y la comprensión en acción. Promueve la autonomía del cliente en el proceso de coaching y trabaja para integrar la nueva conciencia, percepción o aprendizaje del cliente en su visión del mundo y sus comportamientos. Esta competencia ayuda a que se diseñen objetivos, acciones y medidas de responsabilidad que integren y amplíen el nuevo aprendizaje. Y también a reconocer y celebrar los progresos y éxitos del cliente.
El Coaching profesional trae muchos beneficios para las empresas y personas, y apoyarse de un Coach capacitado y certificado puede hacer toda la diferencia en los resultados que se quieren lograr. Para aquellos que emprenden en coaching estas competencias les ayudarán a continuar desarrollando sus habilidades, así como a crecer su negocio.
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