Las TDC son productos que tienen un gran potencial para las finanzas de las PyMEs, la clave está entender cómo funcionan y qué herramientas detonan su potencial.
No obstante, existen diversos mitos que alejan a los emprendedores de estos productos financieros.
Las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) en México enfrentan constantes desafíos financieros, y uno de los recursos subutilizados que podrían ayudarles a crecer y mejorar su gestión financiera son las tarjetas de crédito.
“La falta de flujo de efectivo, no ser aplicable para un crédito o ser una empresa de reciente creación son retos financieros muy grandes para las PyMEs y que claramente limitando su potencial de crecimiento”, explica Gerardo Briones, Cofounder & CEO de Pagaloop, plataforma de pagos B2B que ayuda a las PyMEs a solventar sus gastos a través de sus tarjetas de crédito.
En México, tan solo el 22% de los emprendedores cuenta con una tarjeta de crédito como producto financiero, de acuerdo con el Estudio de Gestión Financiera de las Empresas en México realizado por la Asociación de Emprendedores de México (ASEM).
De acuerdo con Pagaloop, aunque las tarjetas de crédito representan una alternativa viable para obtener liquidez de las empresas, existen ciertos mitos que deben despejarse para sacarles el máximo provecho.
Mito 1: Las tarjetas de crédito son solo para gastos personales
Uno de los mitos más comunes es que las tarjetas de crédito se utilizan exclusivamente para gastos personales o compras cotidianas. En realidad, las tarjetas de crédito pueden ser herramientas poderosas para el crecimiento de una empresa. A través de tarjetas de crédito empresariales o corporativas, las PyMEs pueden financiar gastos operativos, inversiones estratégicas y la expansión del negocio.
“Las tarjetas de crédito empresariales ofrecen a las PyMEs flexibilidad financiera para abordar necesidades inmediatas de efectivo, como la compra de inventario o la inversión en tecnología. No se limitan a gastos personales; son una herramienta esencial para el crecimiento empresarial”, añade Briones.
Mito 2: Las tarjetas de crédito acumulan intereses desde el primer uso
Un error común es pensar que las tarjetas de crédito comienzan a acumular intereses desde el momento en que se utilizan, lo que disuade a muchas PyMEs de aprovechar este recurso. En realidad, los intereses se generan solo si el saldo total no se paga antes de la fecha de corte. Si se cancela el saldo completo de la tarjeta en ese período, no se generan intereses adicionales.
Mito 3: Todas las tarjetas de crédito son iguales
Otro mito común es la creencia de que todas las tarjetas de crédito ofrecen los mismos beneficios y términos. En realidad, las tarjetas de crédito varían en función de las instituciones financieras emisoras y están diseñadas para atender diversas necesidades. Algunas tarjetas ofrecen tasas de interés más bajas, mientras que otras están orientadas a recompensas por compras o programas de lealtad.
Mito 4: Las tarjetas de crédito son inseguras
Este mito puede ser uno de los más limitantes para el crecimiento de una PyME. Algunos empresarios creen que las tarjetas de crédito son inseguras y propensas a fraudes, lo que los lleva a evitar su uso. Sin embargo, las tarjetas de crédito modernas cuentan con medidas de seguridad avanzadas que protegen contra transacciones no autorizadas.
“Desmitificar estas creencias erróneas es clave para que las PyMEs conozcan las diversas herramientas financieras que tienen a su alcance y cómo pueden potencializar las. Sabemos que el manejo financiero óptimo es esencial y queremos que cada vez más emprendedores tengan una mejor gestión financiera y puedan seguir generando empleos y dinamizando a la economía”, concluye el CEO de Pagaloop.
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