De acuerdo con el reporte de precios de abril registró un aumento de la inflación anual, aunque corroboró menores presiones inflacionarias. En abril, los resultados de la inflación general y subyacente estuvieron en línea con el consenso de nuestra Encuesta Banamex de expectativas. En términos anuales la inflación general se incrementó hasta 6.2% desde 6.0% en marzo; mientras que la subyacente se mantuvo sin cambios en 5.8%.
La inflación subyacente no se incrementó –ello fue una de la principales preocupaciones en el 1T-, lo que posiblemente obedece a que están disminuyendo los impactos de la mayor depreciación sobre los precios de las mercancías; a la vez que la inflación de servicios consolida de manera más clara su tendencia a la baja. Por lo tanto, estimamos que la inflación en abril alcanzó su pico, después del cual comenzará a registrar una baja en las tasas anuales en la inflación general y en la subyacente.
La debilidad de la demanda interna y la contención de los precios públicos continuarán como los principales promotores de la reducción de la inflación anual. La fragilidad del consumo ya es evidente en algunos segmentos de la inflación como los servicios, cuya tasa de crecimiento anual ha descendido en este año desde 5.1% hasta 4.5%.
Asimismo, la política pública de mantener los precios de la gasolina y reducir los costos de la energía eléctrica para las empresas, muestra resultados favorables en materia de una menor inflación, además de que los precios de las gasolinas fronterizas muestran un descenso importante; así, la tasa anual de los bienes administrados (gas doméstico, electricidad y gasolina) ha descendido desde niveles de 8.0% anual a finales del año pasado hasta 4.0% en abril.
Se mitiga paulatinamente el impacto de la depreciación y continúa predominando la caída en los precios internacionales de los commodities. Sin duda el elemento de mayor preocupación en la inflación ha sido el impacto inflacionario de la mayor depreciación cambiaria (30.5% de agosto a la fecha), que ha impulsado un aumento en la inflación anual de mercancías distintas de alimentos hasta 5.6% en abril desde 4.1% a finales del año pasado.
No obstante, el impacto de este incremento sobre la inflación general ha venido reduciéndose paulatinamente, tanto por el hecho de que se ha mitigado la volatilidad del tipo de cambio, como porque consideramos que gran parte de los ajustes en precios ya han sido realizados. Si bien también influye el mayor nivel del tipo de cambio en la inflación de alimentos procesados, este subíndice de la inflación subyacente ha mostrado un mejor desempeño -descendió hasta 8.8% en la 2ª mitad de abril desde 9.7% principios del año debido a que la caída de los precios internacionales de commodities más que compensó la depreciación cambiaria, lo que ha generado un abaratamiento de los precios de las materias primas.
Modificamos nuestra expectativa de inflación general para este año hasta 4.1% desde 3.9% previo. A pesar de que estimamos que el impacto de la mayor debilidad de la paridad se ha reducido y anticipamos un descenso de la inflación, nuestras estimaciones apuntan a que el descenso será ligeramente más lento durante el 2009 respecto a lo que pensábamos, por lo que también modificamos al alza nuestra expectativa de inflación subyacente hasta 4.1% desde 3.9% previo.
Arturo Vieyra