El crédito bancario ganó moméntum tras la crisis financiera de 2008-2009, pero se ha moderado recientemente. Mientras que todas las categorías de crédito, a excepción del consumo, ya han recuperado sus niveles pre crisis, las tasas de crecimiento del crédito siguen siendo menores a las observadas antes de 2008. Tras un crecimiento promedio de 25% en 2007 (en términos reales anualizados), el crédito otorgado al sector privado por parte de los bancos comerciales cayó 3.6% en 2009.
El crédito se ha recuperado a la par de la expansión de la actividad y la mejora en el mercado laboral. Sin embargo, sólo ha crecido 8.8% en lo que va del año, y su crecimiento parece haber experimentado una moderación en meses recientes. Por ejemplo, el crédito hipotecario, que representa el 21% del crédito total, avanzó 4.8% que se dio en agosto, en contraste con el aumento de 7% registrado en noviembre 2010.
El porcentaje del crédito al consumo en los portafolios de crédito de los bancos a aumentado a 24.5% desde mayo 2010, cuando representaba el 23.1% del total de créditos. El crecimiento del consumo alcanzó su nivel más bajo (-21.7% anualizado) en septiembre 2009, debido principalmente a un descenso sustancial de los préstamos de tarjeta de crédito (-28.2%).
Sin embargo, otras categorías del crédito al consumo están impulsando el actual avance, con los préstamos vía tarjeta de crédito repuntando recientemente. Esta categoría incluye los créditos para compra de automóvil, y los préstamos personales de nómina. Del avance de 15.4% anualizado que registró el crédito al consumo, otras categorías contribuyeron 12.6 puntos porcentuales del total, mientras que los préstamos de tarjetas de crédito sólo representan 2.6 puntos porcentuales.
El crédito para la adquisición de bienes duraderos reanudó su crecimiento en diciembre 2010, registrando un avance de 10.5% anualizado en abril 2011; sin embargo, el crecimiento se moderó a un modesto 1.3% en agosto, tras registrarse resultados relativamente negativos para la confianza del consumidor.
Aunque los créditos vencidos (non-performing loans, NPL) del sector privado han aumentado recientemente, su porcentaje del total de préstamos es bajo. El crecimiento de la cartera vencida ha sido sustancial para el crédito empresarial, en dónde la tendencia de crecimiento se reinstauró en septiembre 2010; actualmente se observa un ritmo de crecimiento del 26.4% anualizado.
En contraste, las tasas reales de crecimiento del crédito al consumo y el crédito hipotecario se mantienen a niveles negativos (-2.5% anualizado y -5.8% anualizado, respectivamente). Aunque, actualmente, el total de créditos vencidos está creciendo a un ritmo de 6.7% anualizado (en términos reales), estos representan sólo el 3.1% del total de créditos bancarios (créditos saludables + créditos problemáticos o en mora). Por lo anterior, en nuestra opinión, aún hay espacio para que los bancos otorguen crédito, puesto que los niveles cómodamente bajos de créditos vencidos no merman la calidad de sus activos, ni representan un riesgo importante para la banca.
El crédito está creciendo por debajo de la tendencia, y esto se debe en parte a la baja demanda. El crédito es evidentemente procíclico, y el consumo parece ser el componente más volátil. Previo a la crisis, el crédito crecía por encima de su tendencia de largo plazo. Sin embargo, la brecha del crédito se tornó negativa a mediados de 2009, con un retraso respecto a la brecha del producto, como se muestra aquí utilizando el indicador mensual de la producción en México (IGAE). Mientras la brecha del producto se cerraba durante la fase de recuperación, el crédito continuó creciendo por debajo de su tendencia de largo plazo.
Recientemente, el crédito al consumo comenzó a repuntar; sin embargo, el crédito hipotecario y el empresarial no parecen estar en camino a sus niveles históricos todavía. Puesto que la brecha del producto se ha mantenido cercana al cero en meses recientes, es posible que la escasez de demanda esté detrás de la relativamente lenta recuperación del crédito en México.
Consideramos que hay bastante espacio para que el crédito apoye el crecimiento en México. A pesar de que las tasas reales del crecimiento crediticio se encuentran cercanas al 10%, y podrían considerarse altas, en nuestra opinión, el hecho de que los niveles de crédito aún se encuentran por debajo del potencial significa que aún hay espacio para que el crédito siga creciendo a un ritmo aún mayor, sin que esto signifique presiones para las tasas de interés.
Por Carlos Capistrán, economista en jefe para México de Bank Of America Merril Lynch
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