Conocer cuántas transacciones es necesario realizar para no registrar pérdidas te permitirá llevar un mejor control de las operaciones de tu empresa y tener claros los objetivos que tú y tu equipo de trabajo deben alcanzar para hacer rentable el negocio, para ello busca tu punto de equilibrio.
Se trata de un indicador del nivel mínimo de actividad que debe de tener una empresa. Si quieres obtenerlo, Nacional Financiera, explica los pasos necesarios:
1.- Diferencia entre gastos y costos. Debes conocer tus gastos financieros y gastos de operación, estos últimos son los relacionados a las ventas y administración. Por otro lado identifica tus costos, es decir lo que te cuestan los productos que compras o produces.
Los costos se refieren al valor de los productos, por lo tanto, mientras no los vendas son bienes del negocio que permanecen en el almacén y que representan el valor de inventario. Sin embargo, cuando los vendes tienes un ingreso y para saber cuál es tu ganancia tienes que restar lo que te costó tenerlos, llegando así a tu utilidad bruta.
Los gastos, a diferencia de los costos, no representan ningún bien de la empresa sino que se realizan para que ésta opere normalmente. Por ello, los gastos de cada mes se restan a la utilidad bruta para llegar a la utilidad de operación.
2.- Contribución marginal. Equivale a lo que te queda para absorber tus costos y gastos fijos y en su caso, para tener alguna ganancia o utilidad.
Si deseas tener ganancias, el precio de venta de cada artículo debe de ser mayor que el total de tus costos y gastos. Pero si al menos no quieres registrar pérdidas lo menos que debes obtener por tus ventas es una cantidad igual a tus costos y gastos totales.
3.- Punto de equilibrio. Cuando los costos más los gastos totales son iguales a los ingresos totales, se dice que se está en punto de equilibrio, y eso significa no tener pérdidas pero tampoco tener utilidades.
Aunque no es el mejor escenario hay ocasiones en que vale más la pena obtener este número que terminar perdiendo. Así si sabemos que lo que tenemos para absorber los costos y gastos fijos es la contribución marginal, basta con dividir el total de costos y gastos fijos entre la contribución marginal para obtener el punto de equilibrio.
Ariadna Cruz