En el entorno profesional o empresarial, el fracaso suele asociarse a características negativas de las personas o equipos, y muchas veces va acompañado de adjetivos poco alentadores. Sin embargo, personas como Thomas Edison entendió que después de 100 experimentos fallidos, no pensó en la derrota sino en 100 formas en que no debía hacerlo, el resultado lo conocemos.
El Reporte Failure At Work 2023: Tendencias, Datos e Insights sobre el Fracaso en el Lugar de Trabajo (2022-2023) de Fuckup Nights, señala que el miedo al fracaso hace que 21.2% de los equipos dejen de proponer ideas por miedo a que sean rechazadas; 24% para proyectos por miedo a que no tengan éxito; 36.3% pospone entrega de resultados por miedo a que el proyecto necesite mejoras y 11.7% prefiere e implicar a alguien más en un proyecto porque si algo sale mal, no son los únicos responsables.
“Cuando un equipo fracasa rara vez se indaga en las razones detrás del fracaso y el error se centra en el equipo en sí mismo y en juicios. Por ejemplo, se etiqueta a un equipo de ‘flojo’, ‘poco colaborativo’ o ‘ineficiente’. Sin embargo, el fracaso es mucho más complejo que eso y se relaciona con una serie de factores como el liderazgo, el clima laboral, los procesos, el tipo de metas, los perfiles del equipo, la capacitación que reciben, etc”, añade Saskia de Winter.
Pero más allá de las razones detrás del fracaso, señala que lo importante es perder el miedo y eso implica entenderlo como parte del proceso de aprendizaje y parte importante del desarrollo de toda empresa. Es interpretar el fracaso como una gran oportunidad, y no como la gran puerta del desaliento.
Entonces, ¿cómo superar el miedo al fracaso?
“Es evidente que abordar el miedo al fracaso en el lugar de trabajo es de vital importancia y por eso los líderes de equipo deben crear un ambiente seguro y de apoyo donde los empleados se sientan cómodos asumiendo riesgos y aprendiendo de sus errores, también es importante definir si realmente se trata o no de errores, porque sobre este concepto hay múltiples interpretaciones”, destaca de Saskia de Winter Training.
Aquí 5 consejos para lograrlo:
1. Reconocer y validar: El miedo al fracaso es una realidad que afecta a muchos y por lo tanto negar su existencia sólo empeora el problema. Reconocer el miedo y entender sus beneficios en pequeñas dosis, pero sin dejar que se convierta en la norma, es un primer paso para abordar la problemática y buscar soluciones.
2. Promover la comunicación abierta: Establecer canales de comunicación efectivos y alentar a los empleados a expresar sus preocupaciones y buscar ayuda cuando sea necesario generará mucha mayor confianza entre todos los miembros del equipo.
3. Fomentar el aprendizaje y el crecimiento: Incentivar a los equipos de trabajo a buscar oportunidades de desarrollo y aprendizaje, y reconocer y recompensar el esfuerzo y la mejora continua serán la puerta a un mayor crecimiento profesional.
4. Fomentar el trabajo en equipo: Promover la colaboración y la cooperación entre los miembros del equipo, propicia un ambiente de apoyo mutuo donde las responsabilidades, y por lo tanto los riesgos, no recaen siempre en el individuo.
5. Reconocer y aprender de los fracasos: “Como en la vida no todo son rotundos éxitos y al afrontar los miedos muy probablemente habrá un tropiezo o dos, pero es importante hacer pausas, evaluar aprendizajes y dejar claro el mensaje: ‘fracasar es aprender, no perder’, para el equipo sepa que al equivocarse se gana tanto como cuando se cumplen las metas”, concluye Saskia de Winter.
6. Revisar qué es un fracaso, o un error: El fracaso o error tiene diferentes interpretaciones, y varía de acuerdo con las percepciones de una persona o empresa. Mientras que pasa algunos un trabajo puede ser un fracaso, para otros el mismo trabajo es la meta profesional de su vida. Ante esto es importante revisar tanto el concepto de fracaso como el de error y a partir de qué estándares se definen.
De acuerdo con le directora de Winter Training estas son algunas de sus consecuencias:
1. Evasión de responsabilidades: Los equipos que temen el fracaso pueden evitar asumir responsabilidades difíciles o proyectos desafiantes, limitando constantemente su crecimiento profesional y afectando negativamente la capacidad de la empresa para alcanzar sus metas.
2. Falta de colaboración: El miedo puede llevar a una falta de colaboración y comunicación entre los miembros del equipo ya que, al sentirse inseguros de compartir ideas o pedir ayuda, se dificulta la innovación y la resolución efectiva de problemas.
3. Estancamiento en la zona de confort: El miedo al fracaso puede llevar a las personas a quedarse en su zona de confort, evitando buscar nuevas oportunidades o estrategias que a largo plazo podrían beneficiarlas a ellas y a la empresa.
4. Baja autoestima y desmotivación: También es uno de los principales incitadores que pueden socavar la confianza en uno mismo y llevar a una baja autoestima, que puede resultar en una falta de motivación y un bajo rendimiento laboral al sentirse incapaz de desempeñar las tareas.
5. Perfeccionismo: La cultura del perfeccionismo en la empresa es otra forma que se manifiesta y lleva a los empleados a dedicar demasiado tiempo a pequeños detalles por miedo al error, esperando que todo sea perfecto. Esto puede aumentar la presión y el estrés, lo que a su vez afecta negativamente su salud y rendimiento.
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