Que buena onda que exista el “Día Internacional del Emprendedor”, pero hay que celebrarlo o reconocerlo más por su lucha, el tiempo dedicado, su impacto en la sociedad o en estos tiempos que todo parece en contra y saca de la chistera una oportunidad de negocio donde pocos tuvieron visión.
Específicamente en México, donde los datos sólo son de uno que los crea o destruye, la ecuación para que un emprendimiento tenga éxito, -cualesquiera que este pueda medirse- se ha convertido en toda una odisea, sabemos que existe un ecosistema, imposible saber sí como el agua, insípido o incoloro o sin olor alguno, pero la realidad es que los emprendedores nos quedamos medio huérfanos en el gobierno, que en términos positivos que bien ¡un reto más por superar! Para eso sé emprende, pero por otra lo que no se puede medir, no se puede mejorar.
Ahí vienen las estimaciones, se calcula que como resultado de la pandemia en nuestro país cerraron un millón de Micro, pequeñas y Medianas empresas según el INEGI, que dicho sea de paso, al término del sexenio anterior, la cifra de PyMEs era de 5.2 Millones, previo a la pandemia eran 4.9 y postpandemía se redujo a 3.9 millones.
Como en cualquier desafío , el cual tiene mala cara, se trata de reinventarse cuantas veces sea necesario para salir avante de la contingencia, el aprendizaje es complejo pero no imposible, que sí te gradúas en pandemia, con una economía mundial incierta, un gobierno más que austero, acéfalo, seguro sus negocios durarán mucho tiempo en su mercado.
Hoy celebramos la permanencia, resiliencia, necedad correcta, pero más el espíritu que todos tenemos por resolver, trascender o simplemente mejorar una situación… Emprendamos el cambio necesario para México el domingo 6 de junio 2021.
Fernando Heredia
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