Una de las principales obligaciones para todos los mexicanos, manifiesta en nuestra carta magna, es la de contribuir con el estado para que pueda afrontar los gastos públicos, y ejercer el poder en las mejores condiciones posibles, y en un estricto sentido de derecho, y por el simple compromiso que, como ciudadanos tenemos con nuestro país, todos debemos cumplir con nuestra obligación de pagar impuestos.
La idea central de hacerlo, es que éste se nos retorne en beneficios y en servicios que nos permitan mantener, un nivel de vida aceptable, altos niveles de seguridad, buena educación y de calidad, servicios de salud, etc. Pero desafortunadamente la mala administración de los recursos obtenidos con los impuestos, las elaboradas fórmulas para su cálculo, las ineficientes formas de recaudación, provocan que el cumplir con nuestras obligaciones, sea un proceso muy complejo y más bien nos invita a ejercer la ilegalidad.
Ser PyME significa ser emprendedor, es tener el ímpetu de contribuir con la sociedad y ser agente de cambio, generador de bienestar, y ejemplo de superación y tenacidad, en su afán, crea empleos, fomenta el desarrollo y es la base de la economía actual, por tales motivos, la formalidad debe ser una de sus principales características que la distingan.
Pero la realidad a la que nos enfrentamos es muy distinta al ideal de una contribución justa y pareja para todos, veamos la razón, el principal indicador de crecimiento de la PyME, se visualiza en la sana evolución de su flujo de efectivo, éste nunca podrá evolucionar positivamente, si los ingresos no son lo suficientemente sólidos para poder cubrir sus gastos normales de operación, incluyendo los respectivos impuestos, bajo esta temática, ¿Qué pasa con el flujo, si se imponen mayores cargas tributarias? Evidentemente los egresos se incrementarán, disminuirá el efectivo por el pago de más impuestos, y si por otro lado la gente tiene menos dinero por la misma situación, no consumirán provocando otra reducción a los ingresos, convirtiendose en un ciclo vicioso que no beneficia a nadie.
La próximamente extinta figura de REPECO, fue creada en un principio con la intención de frenar los altos índices de informalidad, se basaba en la confianza de que los contribuyentes pagarían sus impuestos en función a la estimación de sus ventas, el problema es que nadie los reguló como debería de ser, y los ingresos por recaudación de éste régimen, no eran suficientes para mantener al propio sistema creado para su control.
En la nueva reforma está considerada su desaparición, lo que significa que las PyMEs que en su gran mayoría pertenecían a éste esquema de contribución, pasarán a otro que solo beneficiará a las de nueva creación, pero ¿Y para las ya existentes? será otro fuerte golpe directo a su flujo de efectivo, por que tendrán que pagar más impuestos y sus ingresos bajarán más, sin embargo, el éxito de lucha que caracteriza a la PyME, será sin duda el motor que siga manteniendo a flote a la economía de nuestro país.
Mtro. Angel Méndez Mercado
Profesor de la Facultad de Negocios, Universidad La Salle
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me parece perfecto que podamos encontrar esto por que es lo que necesitamos tomar en cuenta en todo momento como es que afectan los impuestos sin duda la información que me presenta me sirve para poder llevar mi investigación en mi clase de investigación en mi carrera de comercio en la universidad de sonora Saludos y gracias!
Muchas gracias. ?Como puedo iniciar sesion?