Ser trabajador independiente puede tener grandes ventajas como libertad al elegir horarios y lugares de trabajo; sin embargo, la mayoría afronta una problemática común: el manejo de sus finanzas, debido en gran medida a que no tienen un ingreso fijo, por lo que es importante que desarrollen habilidades administrativas que les permitan solventar sus gastos, planificar sus ingresos y pagos, e incluso invertir en hacer crecer su negocio y ahorrar para el futuro.
Gilberto Sánchez, director general de Aspel señala que en las generaciones actuales vemos a muchos profesionistas que buscan esquemas laborales más flexibles, que les permitan laborar en los proyectos que ellos elijan y en el lugar y momento que quieran. Nuestra misión como compañía dedicada al desarrollo de soluciones tecnológicas, es poner al alcance de los emprendedores y trabajadores independientes herramientas útiles, a precios accesibles, que faciliten los procesos contables y administrativos para ayudarlos a preservar su salud financiera, algunas de ellas disponibles desde una tablet o smartphone para que obtengan toda la movilidad empresarial que necesitan”.
Por lo anterior, la firma mexicana Aspel comparte cinco consejos para el adecuado uso de sus recursos:
- Aunque no puedas determinar un ingreso fijo, sí puedes planear y estimar una cantidad mínima que requieres mensualmente. Elabora un presupuesto mensual, con cifras conservadoras pero que puedan ayudarte a tener claro a cuánto ascienden tus gastos fijos. Esto no solo te permitirá tener en el radar el monto que necesitas tener disponible al mes, sino que también te hará ser cauteloso con lo que compras.
- Separa tus gastos personales de los laborales. Uno de los mayores errores que cometen los trabajadores independientes es combinar sus gastos personales con los del negocio. Insumos de oficina, comidas con clientes, software empresarial y equipo de cómputo, están relacionados con tu labor, presupuéstalos así; en cambio, una salida con amigos, ropa o vacaciones, deberás establecerlos dentro de tus egresos personales. Esto te ayudará a determinar los costos directos y margen real de ganancia y te permitirá saber en dónde optimizar gastos en épocas de poca actividad. Incluso, si está en tus posibilidades tener dos cuentas de banco separadas, te será más fácil hacer esta división.
- Fomenta una firme cultura del ahorro. Ser freelancer involucra un elevado nivel de responsabilidad, orden y disciplina. Dado que los ingresos son variables, desarrollar una sólida cultura del ahorro no es una opción, sino una necesidad. Debes asegurarte de tener liquidez en todo momento, para esto será necesario que establezcas tus metas financieras en distintos plazos, que lleves un minucioso control del dinero que entra y sale de tu cuenta, y que destines un porcentaje mensual de tus ganancias a una cuenta de ahorro para cualquier emergencia que se pueda presentar en el futuro.
- Cumple en tiempo y forma con tus obligaciones fiscales. Ten en cuenta que deberás emitir Comprobantes Fiscales Digitales por Internet (CFDI) por tus ingresos y actividades, y considerar dichos ingresos al preparar tus declaraciones de impuestos. Haz una estimación de tu situación fiscal en el año, con esto sabrás si contarás con dinero extra en caso de que recibas una devolución; o bien, podrás considerar si deberás utilizar fondos para pagar tus impuestos a cargo y prevenirte. También recuerda informarte acerca de los gastos que puedes deducir de acuerdo con tu régimen empresarial, esto reducirá considerablemente tu pago de impuestos. No olvides considerar los honorarios de tu contador (en caso de tener uno) dentro de tus gastos fijos.
- Aprovecha los beneficios de la tecnología empresarial. Actualmente, es posible encontrar herramientas que te permiten llevar un registro de todos tus ingresos, egresos, calendarizar tus pagos o fijar algunos recordatorios importantes para que puedas llevar un seguimiento, orden y control de tus finanzas. Estas aplicaciones también te ayudarán a llevar un registro de tus obligaciones tributarias para que puedas tener una relación sana con la autoridad fiscal.
Redacción
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