El sector empresarial es fundamental para el desarrollo del país, pues generan el 75% de los empleos remunerados en México, según datos del INEGI.
A pesar de esta información, este sector ha sufrido un estancamiento en su crecimiento durante los últimos años. De acuerdo con el Reporte de Crédito anual de Konfio, cerca del 50% de las PyMEs no han logrado aumentar su producción no escalar su base de clientes.
Las razones de que estas organizaciones llegaran a este punto son: la escasez de oferta de créditos especiales para el uso de este segmento, en donde la baja oferta crediticia tiene un costo considerablemente más elevado en comparación con un crédito para empresas grandes o corporativos.
Por lo tanto, 8 de cada 10 empresarios manifestaron que recurren a los créditos personales para invertir en su negocio.
Esta situación es el comienzo de una mala planeación financiera para las pequeñas y medianas empresas ya que, por sus características, el crédito personal representa una opción de financiamiento accesible para sus capacidades, los términos y condiciones en que se realizan estos préstamos terminan por impactar de manera negativa en la operación de dichas empresas.
“Los créditos personales sirven para resolver problemas financieros en el hogar y la forma de liquidarlos es a través de los ingresos de esa persona en su empleo. Si los empresarios solicitan estos créditos personales para invertir en su negocio, además de arriesgarse a no poder cumplir con el pago del crédito si su negocio no obtiene buenos resultados, ponen en peligro su patrimonio personal y empresarial”, explicó David Arana, fundador y CEO de Konfio.
La segunda razón que provoca el estancamiento de este sector económico es la falta de control administrativo y el mal uso que se le da al crédito. Cuando una PyME logra tener acceso a un financiamiento, sea empresarial o personal, en lugar de invertirlo en activos que representen una oportunidad de crecimiento, ya sea renovación de su equipamiento, atracción de talento o tecnología, en la mayoría de los casos se utiliza para el gasto corriente, como una manera de paliar una falta de ingresos de la empresa.
Apenas el 50.48% de los empresarios utilizan el crédito para alcanzar sus objetivos estratégicos, que les puedan brindar un balance estable de ingresos-egresos, y lograr con ello un crecimiento y desarrollo del negocio. “Cuando se junta la escasez de opciones financieras y la falta de educación financiera para pequeños empresarios, el resultado es este panorama de estancamiento en que se encuentran gran parte de las PyMEs del país”, explicó el directivo.
El reporte de Inclusión Financiera 2017, realizado por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), indicó que en México hay 504 contratos de crédito individual por cada 1000 adultos, lo que indica una caída del 2% respecto a la cifra de 2016, al pasar de 51 millones a 49.8 millones. “Esto es un indicativo de que cada vez menos empresas recurren a estos préstamos, lo cual es un cambio positivo. Sin embargo, queda bastante camino por recorrer en términos de educación financiera, y seguimos trabajando por conseguirlo”, finalizó el CEO de Konfio.
Redacción
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