A pesar de que ya son más de tres décadas en las que la Responsabilidad Social (RS) va encontrando su lugar y valor dentro de la estrategia empresarial, todavía nos encontramos con algunas barreras y debates sobre el valor de los resultados de su implementación.
En el caso de las PyMEs, hay que agregar que existe la percepción de que la inversión para implementar prácticas de RS es alta y poco rentable cuando la empresa es pequeña o mediana.
Sin embargo, creo que vale la pena recalcar que la Responsabilidad Social es un modelo de gestión, que no involucra necesariamente una inversión adicional, es decir, se trata de administrar la empresa con otro enfoque.
Implica que la producción de un bien o servicio tiene como propósito el ofrecer algo que la sociedad (el mercado si se prefiere identificar así en términos comerciales), necesita y que está dispuesto a adquirir, significa también el acordar con los proveedores que se trabajará junto con ellos y no a su costa para obtener la materia prima necesaria para la elaboración del producto o servicio final.
Y algo muy importante, considerar a los empleados y trabajadores como personas y no como un recurso necesario para elaborar un producto, es, aunque suene obvio, una persona, y que debe ser considerada como tal, tiene sus propias ambiciones y necesidades, y es afín de cuentas el factor más importante que le da vida y movimiento a la empresa y la RS puede impulsar un muy buen clima laboral.
Con todo lo antes mencionado, se presupone o sobreentiende que la empresa tiene responsabilidades mercantiles, legales y económicas tanto con sus clientes (mercado), proveedores y empleados, (stakeholders) pero aún sin saberlo, siempre se ha tenido una responsabilidad social con ellos pero que no se consideraba de manera clara.
En los últimos años, cada vez más se mide, reconoce, comunica y aprecia una estrategia de RS y sus prácticas. Los resultados y beneficios cada vez son más considerados por los diferentes grupos de interés, es aquí donde se va apreciando más el valor de la RS como parte de la gestión empresarial, el dar ese paso de la filantropía a la RS.
Para que una PyME pueda implementar una adecuada estrategia de RS se recomienda tener claro el objetivo, pensar a futuro, involucrar a todo el equipo, pensar que no siempre se pueden medir cuantitativamente los beneficios, ir paso a paso, generar alianzas estratégicas, tener un plan estratégico con responsabilidades establecidas, comunicar interna y externamente y la reputación SI importa.
Mtra. Martha Elizalde Durán, Académica de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac México | martha.elizalde@anahuac.mx | @martiselizalde
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