Un alto porcentaje de las PyMES fracasa antes de cumplir cinco años, y entre las razones de esto se encuentra la ausencia de un plan de sucesión para aquellas posiciones clave dentro de la empresa, así como de la continuidad e innovación en su plan de negocio.
Aunque en la mayoría de los casos los empresarios buscan justificar el cierre del negocio con elementos externos cada vez son más conscientes de su responsabilidad y de los cambios que son necesarios para poder mantener el negocio en el mercado.
El problema es que las preocupaciones más inmediatas de las empresas se enfocan más en el presente y el futuro a corto plazo de su negocio y aplazan una y otra vez las decisiones que puedan afectar su supervivencia.
La compañía Hays señala la importancia de desarrollar un Plan de continuidad y propone algunos puntos para lograrlo:
– Identificar y formar a la nueva generación de profesionales que lideren el negocio con la capacidad de actuar incluso si el cambio se produce de manera acelerada o inesperada.
– Evitar pensar que la planificación de la sucesión representa una carga de trabajo adicional y que no cuentan con recursos financieros y humanos para hacer frente a las preocupaciones no inmediatas, pues corresponde a directivos y gerentes preparar el negocio para el cambio.
– Analizar cuáles son las posiciones más críticas para el negocio y quiénes podrían ser los posibles sustitutos, aunque pensar en el relevo puede parecer una tarea innecesaria e incómoda si no se toman estas decisiones, se pone en riesgo el crecimiento de la empresa y su madurez.
Redacción Pymempresario
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