Recientemente visité México para invitar con sentido de urgencia a las empresas a que adopten el trabajo a distancia o teletrabajo, como una estrategia que les sirve para mantener la productividad de sus operaciones – dentro de ambientes seguros –, en situaciones de contingencia como la que se vivió en el país debido al brote de influenza. Pero quiero señalar que el teletrabajo no sólo aplica en este tipo de situaciones.
El teletrabajo está integrado por dos áreas: el acceso remoto, es decir, la posibilidad de que la gente trabaje desde sus casas y la seguridad general de las redes. Sin éstas, es muy complicado que una iniciativa de este tipo funcione de forma óptima y segura.
El teletrabajo ya no es un lujo, sino una necesidad creciente de las grandes ciudades del siglo XXI. En la actualidad muchos tipos de trabajo son perfectamente posibles de realizar desde los hogares. La gente ya no tiene que estar presente en las oficinas. Ahora debido a la evolución de la propia tecnología, la seguridad es un elemento necesario en todos lados. Sabemos que nadie se levanta por las mañanas queriendo comprar seguridad, pero es algo que cada vez es más requerido para hacer frente a las amenazas diarias y en constante crecimiento. ¿Por qué crecieron las amenazas? Porque cada vez más gente tiene acceso a las redes.
No tengo duda de que el acceso remoto es el futuro de las grandes ciudades. La ciudad de México, por ejemplo, tiene un tránsito vehicular bastante complicado, al igual que São Paulo o las grandes urbes de Estados Unidos. Se está convirtiendo en un factor a considerar el hecho de sacar autos de la calle y que la gente se quede en casa trabajando. Esto, más que una solución a un problema, es una tendencia en crecimiento. Pero ¿cómo hacerlo y al mismo tiempo defender los intereses de las compañías?, ¿cómo hacer que no se exponga la información confidencial? Este es un gran punto en el cual nosotros podemos añadir gran valor para el futuro: la capacidad de estar conectados de forma segura.
Otro punto importante del acceso remoto es la capacidad de hacer respaldos, porque, aunque no lo parezca, es uno de los puntos más débiles de las empresas. Los trabajadores que están dispersos tienen mucha dificultad de hacer respaldo y actualizaciones. Las empresas deben considerar adquirir equipos que permitan que el personal haga respaldo de forma inmediata cuando se conecten a la red corporativa. Es indispensable tener equipos que operen de forma automática, sin intervención del usuario, aparatos que detecten cuando alguien se está conectando y resguarden su información. Y que ofrezcan una solución bastante sencilla, diferencial, que no ocupe demasiados recursos del ancho de banda, porque obviamente la conexión debe estar disponible para todos los usuarios. En SonicWALL vemos éste como un negocio creciente pues cada día las empresas, de todo tipo y tamaño, demandan con mayor frecuencia este tipo de equipos.
Ahora ¿por qué existe cierta renuencia a diseñar iniciativas para implantar el trabajo a distancia en las empresas? Si bien es cierto que lo hemos detectado como una tendencia importante, también es cierto que existe un problema cultural, que no debiera existir, porque cuando se trabaja por objetivos, la gente tiene que cumplir estos objetivos estén o no estén dentro de una oficina. Se necesita un cambio cultural. Las empresas deben entender que el trabajo es una actividad, no una ubicación.
Lo que es interesante es que este tipo de tendencias se van presentando en grandes ciudades en donde hay mucho trafico, pero en donde también se involucran cuestiones ecológicas. El teletrabajo permite importantes ahorros de gasolina por desplazamiento, sumado a lo que las empresas dejaron de contaminar porque sus empleados no tuvieron que ir.
Pero también el teletrabajo es ideal en situaciones como lo que sucedió con la influenza o como lo que acontece actualmente en ciudades que están ubicadas en las regiones cercanas a los polos, en donde las intensas nevadas impiden que la gente vaya a trabajar o se suspenden los servicios de transporte. De esta forma los empleados se conectan a la red de su empresa, a las aplicaciones y herramientas, de forma segura, como si estuvieran en la oficina y se mantiene la productividad.
Además existe una ventaja reciente para impulsar el teletrabajo, algo que no existía hace un par de años: un punto práctico que es el acceso a datos. Hace algunos años el acceso a datos no era tan ubicuo como lo es ahora. El crecimiento del DSL y del cable ha popularizado mucho el acceso a la red, porque una de las preocupaciones que el empleado tiene es “si yo estoy trabajando desde mi casa y tengo una conexión, ¿quién va a pagar por este servicio?” Pero es algo que hoy en día las empresas ya están considerando en sus gastos mensuales: el acceso remoto. Sabemos que es un proceso gradual, natural, que está ocurriendo, que está evolucionando y que es inevitable.
Las ventajas de estas prácticas son muy visibles, porque por ejemplo se utilizan oficinas más pequeñas. Por otra parte, las personas cada vez cuentan con más tecnología en sus propios hogares. Los usuarios tienen impresora en casa, tienen acceso a Internet, es un proceso natural y a partir de este crecimiento exponencial se dará un camino de madurez. Lo que debemos tomar en cuenta es que en algunos países esta práctica está más avanzada. Debemos considerar los casos de éxito y mejores prácticas de Europa y Estados Unidos y adecuarlas a nuestras propias empresas.
La contingencia por influenza fue un buen ensayo para algunas empresas que pudieron identificar que había una necesidad. Algunos improvisaron y tuvieron buenos resultados, algunos más fracasaron en sus intentos por mantener la productividad de su negocio; pero en otros casos había compañías que ya estaban listas para este tipo de prácticas e hicieron la diferencia.
Por desgracia esta situación de contingencia como la de la influenza van a seguir ocurriendo, porque estamos en zona de temblores, inundaciones, huracanes, etcétera. El punto principal que queremos dejar claro es que los negocios deberán estar listos para estas situaciones y al mismo tiempo fortalecer su infraestructura contra ataques digitales. Y reitero, ya no es un lujo, sino una tendencia que logrará diferenciar a las empresas modernas, de las que no lo son, cuestión que se verá próximamente reflejada en la participación del mercado en la que actúa el negocio.
Francisco Pinto, vicepresidente para América Latina de SonicWALL.