Las técnicas modernas de recursos humanos preconizan la importancia del factor emocional como criterio a tener en cuenta en acciones como la selección de personal, según el último seminario del portal infoempleo.
El mundo de las emociones ha dado el salto al entorno laboral de la mano de la nueva forma de entender la gestión de los recursos humanos, hasta el punto de convertirse en un criterio más a la hora de evaluar a los candidatos de una selección de personal.
Definitivamente, el empleado ha dejado de ser considerado sólo como una pieza del engranaje laboral o como un instrumento de producción del organigrama de las empresas. La figura del ser humano, con toda la carga de emociones, estados de ánimo, miedos, fobias y capacidad de superación, iniciativa y autocrítica está resultando un campo de análisis que ofrece mayores posibilidades a la hora de obtener mayores niveles de rendimiento.
Se ha demostrado que el estado de ánimo, así como la tendencia del individuo a presentar o no problemas de esta índole, pueden influir de forma muy significativa en la toma de decisiones que presiden toda actividad de tipo laboral, por muy mecánica o rutinaria que ésta resulte.
Los momentos de duda, generados por la falta de información, ponen inevitablemente un mecanismo en el que el individuo opta, de forma más o menos consciente, basándose en criterios puramente emocionales.
Por ello, el conocimiento de uno mismo en el plano emocional puede contribuir a un mayor control y, de este modo, combatir frenos como los miedos, las fobias o simplemente las reticencias de índole anímica ante eventuales disyuntivas.
LAL/Agencias