El futuro del trabajo: retorno a la presencialidad, cambio generacional y bienestar en el entorno laboral

El futuro del trabajo, tal como se perfila en estudios recientes, está compuesto por una tendencia de retorno a la oficina, aunque con divisiones en cuanto a la aceptación de este cambio. Las generaciones emergentes, como la Generación Z, están replanteando las prioridades laborales y el bienestar en el entorno laboral. Estos factores abren nuevas conversaciones para las empresas sobre el equilibrio de las necesidades de colaboración, cultura y bienestar, en contraste con las políticas de presencialidad y las aspiraciones de los trabajadores hacia una mayor flexibilidad.

El retorno a las oficinas: Una apuesta de la alta dirección

La pandemia aceleró la implementación del trabajo remoto, y si bien el modelo mostró múltiples beneficios, la alta dirección ahora apunta hacia una vuelta a los esquemas presenciales. El CEO Outlook 2024 de KPMG revela que el 83% de los directores generales proyecta un retorno total a las oficinas en los próximos tres años, una cifra que creció notablemente desde el 64% reportado el año anterior. Este cambio no es exclusivo de pequeñas organizaciones; grandes corporaciones como Amazon, Microsoft, Apple y Zoom han reforzado sus políticas de presencialidad, anticipando que la colaboración en persona impulsa la cultura y el rendimiento organizacional.

El informe de KPMG también señala que el 87% de los CEOs considera que los empleados que regresen al modelo presencial tendrán asignaciones y compensaciones favorables, incluyendo incrementos salariales y promociones. En México, esta tendencia también se percibe, y el informe de Tendencias de Talento 2024 de PageGroup muestra que el 37% de las personas trabaja más en la oficina que hace un año, atribuible a políticas de presencialidad más estrictas, la necesidad de reuniones presenciales y las ventajas percibidas para el crecimiento profesional.

La resistencia de la fuerza laboral ante la presencialidad obligatoria

Aunque los directivos ven en el retorno a las oficinas una forma de fortalecer la cultura y minimizar riesgos, los trabajadores tienen una perspectiva diferente. En México, un estudio de Kelly refleja que solo el 14% de los empleados prefiere un esquema presencial total, y las políticas de retorno están causando un impacto en la retención de talento. El informe de PageGroup evidencia que el 55% de quienes han vuelto a la oficina están en una búsqueda activa de nuevas oportunidades laborales, con un descontento general por la imposición de esta modalidad.

Por otro lado, el informe El trabajo híbrido llegó para quedarse de Ipsos muestra que el 66% de la fuerza laboral en México trabaja todos los días en la oficina, una proporción que supera el promedio regional. La preferencia por la flexibilidad, respaldada por los hallazgos de LinkedIn en su informe El futuro del reclutamiento 2024, indica que las vacantes con esquemas flexibles tienen un 29% más de probabilidad de recibir solicitudes de empleo que aquellas sin ninguna opción de flexibilidad, sugiriendo que las empresas que ofrecen trabajo remoto o híbrido tienen ventaja en la atracción de talento.

La redefinición de roles por parte de la Generación Z

La Generación Z está trayendo consigo una transformación radical en la percepción de los roles de liderazgo y desarrollo profesional. Una encuesta de **Robert Walters** indica que el 52% de los jóvenes de esta generación rechaza asumir roles de gestión intermedia, optando por roles como colaboradores individuales o emprendedores, una tendencia conocida como “conscious unbossing” (desvinculación consciente de la jefatura). Según Robert Walters, el estrés y la baja compensación asociados con los roles de mando intermedio son factores clave de esta aversión.

Este cambio en el paradigma de la gestión ha sido notable para grandes empresas como Amazon, Meta y Google, que han comenzado a reducir sus niveles de gerencia intermedia, permitiendo mayor independencia y eliminando estructuras que tradicionalmente implicaban una carga extra de presión. La preferencia de la Generación Z por un equilibrio entre vida personal y laboral se refleja también en la decisión de muchos jóvenes de emprender o trabajar como freelancers, buscando bienestar y un estilo de vida que se aleje de la rigidez organizacional.

El bienestar laboral: Una prioridad para el compromiso y la productividad

El retorno a la presencialidad y la resistencia a los roles tradicionales no solo responden a preferencias generacionales, sino también a un creciente enfoque en el bienestar laboral. El Workmonitor 2024 de Randstad muestra que el 61% de los candidatos no aceptarían un trabajo si sienten que perjudica su balance de vida. Asimismo, el estudio de PageGroup La revolución invisible destaca que el 36% de los empleados rechazaría un ascenso si esto afectara su salud mental, un indicio claro de que el bienestar se ha convertido en un aspecto prioritario.

La presión por trabajar en un ambiente que no comprometa la salud mental o física resalta en estudios que vinculan el bienestar laboral con la rentabilidad. Los Consejos Nacionales de Seguridad (NCS) de Estados Unidos estiman que la falta de bienestar laboral puede suponer pérdidas de hasta un millón de dólares anuales por presentismo y menor productividad. Renata Maldonado, directora de Recursos Humanos de Natura, subraya que el bienestar en el trabajo no debe reducirse a una oferta de beneficios, sino que debe incluir aspectos más profundos como las cargas laborales, la cultura organizacional y el liderazgo.

Reflexiones finales

La transformación del mundo laboral parece estar tomando dos caminos paralelos: el retorno a la presencialidad impulsado por las empresas y una mayor demanda de flexibilidad y bienestar por parte de los trabajadores. Los datos sugieren que, para atraer y retener talento, las empresas deben equilibrar la necesidad de colaboración presencial con la flexibilidad laboral, así como ofrecer esquemas de crecimiento profesional que no dependan exclusivamente de roles gerenciales.

La Generación Z, en particular, está redefiniendo el futuro del trabajo, y su enfoque en la independencia y el bienestar plantea nuevas oportunidades y desafíos para las organizaciones. A medida que los empleados valoran cada vez más el equilibrio y la salud mental, las empresas deberán adaptarse a esta realidad, implementando políticas que no solo se ajusten a los objetivos organizacionales, sino que también apoyen las aspiraciones y necesidades de sus colaboradores.

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