En una sociedad multicultural como la nuestra, la labor del traductor como mediador intercultural cobra especial importancia. Hoy día, los traductores se han convertido en profesionales capaces de conectar las realidades de dos culturas diferentes a modo de eslabón invisible.
Un buen traductor debe ser capaz de adecuar un mensaje expresado en una lengua origen a una lengua distinta, impregnada de una cultura totalmente diferente sin que el lector detecte que se encuentra ante una traducción. Por esta razón, el verdadero logro de cualquier traductor es el de mantenerse invisible ante los ojos de un lector que concibe el texto como algo nuevo y no como un producto que ha sufrido un proceso de transformación.
El mundo de la traducción es muy complejo, y muchas veces no nos damos cuenta del trabajo que conlleva traducir un texto extenso. Cualquiera que sepa dos idiomas puede traducir un texto más o menos de un idioma a otro, pero ¿es realmente tan fácil hacer buenas traducciones? ¿Es alguien traductor por el mero hecho de saber dos idiomas?
Una buena traducción debe transmitir el mismo contenido del texto de origen a la lengua de destino, y evidentemente, no debe añadir ideas ni tampoco suprimirlas. El registro del texto de origen, las expresiones, los giros, la terminología deben trasladarse correctamente. Y como el texto se creó para un objetivo y un público concretos, es preciso respetar el espíritu y el objetivo del texto original, para que la traducción provoque su mismo efecto.
En la era de las TIC (las tecnologías de la información y de la comunicación), es indudable que los medios informáticos son de gran ayuda en el proceso de traducción; hoy en día casi todos los traductores utilizan herramientas TAO (Traducción Asistida por Ordenador). Las memorias de traducción son una de las herramientas más conocidas, pero no debemos olvidar los glosarios ni las aplicaciones que ayudan a revisar los criterios de calidad, ya que son indispensables para garantizar la coherencia del texto. Finalmente, cada vez se utilizan más las herramientas de gestión del proceso traducción, que, entre otras ventajas, facilitan mucho la relación con el cliente.
A pesar de que el inglés sea la lengua de los negocios y de la ciencia, además que predomina en la escena político-económica y militar desde hace algunas décadas EE.UU., conviene no olvidar que a diario se producen infinidad de documentos de todo tipo (libros, artículos científicos, películas, spots publicitarios, webs, documentos sonoros, multimedia, y un largo etc.), en infinidad de lenguas.
Como el español, al ser una de las lenguas más habladas a nivel mundial es necesario asegurarse que las traducciones hechas a éste idioma sean precisas, para eso es necesario contar con los servicios de una empresa de traducción que brinde servicios de traducción al español profesionales de alta calidad utilizando un equipo probado de traductores que sean nativos de español o que están educados en países hispanohablantes. Debido a que con traducciones de inglés a español en particular, es necesario un profundo conocimiento de la cultura y el idioma español para que la traducción transmita el mensaje con precisión.
En definitiva, es importante tratar la traducción de los documentos al menos con el mismo esmero con el que se trata la producción de textos originales. Es decir, si el texto de origen se ha escrito siguiendo unas pautas de calidad, debería hacerse lo mismo en el caso de la traducción. Y para ello conviene seguir escrupulosamente las normas de calidad establecidas para controlar el proceso de traducción.
Redacción
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