“México podría tener un crecimiento de hasta 5% la próxima década si se conjuntan dos variables estratégicas: el gasto público en infraestructura y un aumento de 6% más respecto al PIB, como se tiene estimado para 2014”, considera Sergio Raimond-Kedilhac, profesor de Entorno Económico del IPADE.
El profesor Raimond-Kedilhac asegura que deben establecerse políticas de gasto y reformas financieras que se necesitan frente a la coyuntura actual. Para que esto sea posible, se establece cuatro variables clave que permitan frenar la caída del empleo, fomentar la inversión y sostener la demanda interna: Gasto público rápido en infraestructura (federal, estatal y municipal).
2. Crédito bancario manteniendo baja la tasa de interés:
Posibilidades de salvación para Empresas.
Posibilidades de salvación para particulares endeudados.
Posibilidades de salvación para venta de Casas, Automóviles y bienes duraderos.
Competitividad de producción nacional industrial.
Tipo de Cambio. Estabilizarlo. Reforma Fiscal para atraer Inversiones. Preparar bases para la recaudación en 2011 (Anticipar y reducir tasa del IETU y/o el ISR).
El Ejecutivo Federal debe pedir créditos de emergencia al Banco de México tanto como sea necesario para compensar la caída de la Demanda Agregada provocada por el exterior.
“Reducir el impuesto corporativo en México enviaría una señal mundial para incentivar la inversión de manera permanente y estructural. Por ejemplo: bajar la tasa al IETU al 12% y hacer deducible a la base en pago de nómina. O la opción, en vez de IETU, de continuar con el ISR a las utilidades a una tasa del 18% en vez del 28%”, explica Raimond-Kedilhac.
El IETU favorece a empresas grandes, el ISR tiene impacto más general en empresas grandes y pequeñas.
Redacción