Desde hace más de medio año, la facturación electrónica se volvió un trámite obligatorio para todos los profesionales independientes y micro empresas, e incluso se ha visto como un beneficio en cuanto al impulso del intercambio electrónico de documentos para todo el sector MiPyMEs.
Carlos Velamazán, director de la unidad de negocios de SERES en México y Latinoamérica, aseguró que después de que la facturación electrónica pasó a ser una obligación, se encontró en las empresas una reducción de costos, el documento no se deteriora al enviarlo el emisor y aumenta la productividad en otras áreas, ya que la factura se envía más rápido y se obtiene más tiempo para otras cuestiones.
SERES se dedica a la automatización de procesos documentales y de servicios de inteconexión, su modelo ideal para la facturación electrónica es el que es capaz de aunar en un mismo sistema beneficios en tres ámbitos:
- Administración del país, reduciendo de la evasión tributaria.
- Empresarial, ayudando a reducir costos y optimizar procesos de negocio para competir mejor en un mundo global.
- La sociedad, contribuyendo a su desarrollo y fomentando escenarios que premien la innovación, calidad y buenas prácticas.
Velamazán explicó que México es uno de los líderes en implementación al adquirir una cultura de utilizar la factura electrónica, sin embargo no todas las empresas lo han adquirido de una forma que los beneficie en cuestión de productividad.
Algunas microempresa han implementado esta tecnología con el fin de mantener una relación “business to business” con el cliente, es decir dialogar con los clientes y el proveedor para así reducir errores y procesos al momento de utilizar los métodos adecuados para el óptimo resultado y la mayor eficiencia.
La empresa SERES definió las principales características que debe reunir la factura electrónica para simplificar y facilitar su adopción por cualquier tiempo de institución:
- Marco normativo: “lo ideal es otorgar a la factura electrónica los mismo valores que tiene la factura en papel, ya que la tendencia a incorporar requisitos adicionales dificulta su puesta en marcha. También hay que evitar cualquier barrera de entrada y que sea la relación de negocio quien defina su aceptación.”, detalló Carlos Velamazán. Además agregó que México adquirió una excelente ventaja en este punto, pues convirtió este proceso en una obligación.
- Impulso y desarrollo: “una buena idea es incentivar su uso con reducción en las cuotas de impuestos o no tributar el IVA antes de haberlo cobrado. Resulta fundamental evitar las soluciones gratuitas que, como la práctica ha demostrado añaden costes ocultos a los procesos administrativos de las empresas”, puntualizó el directivo.
- Entorno y mercado: un buen proyecto es el que impulsa la figura del operador de intercambio de documentos como tercero de confianza que haga cumplir los principios básicos de integridad, autenticidad, conectividad y trazabilidad, facilitando un entorno cómodo y seguro para el emisor y el receptor.
- Tecnología: “la clave será apostar por los estándares y limitar su variedad, en la medida que así se haga el sistema será más flexible y eficiente”.
Por último, el directivo finalizó argumentando que “la evolución del mercado madura, el siguiente paso es que las empresas (sin importar su tamaño) se den cuenta que la factura electrónica es esencial, entender bien las necesidades, adecuarlas al servicio. Para MiPyMEs, se deberá trabajar con una tarifa adecuada a mi volumen y a la parte funcional”, por lo que recomendó acercarse con instituciones especializadas en el tema –como SERES- para conocer qué tecnología usar y el cómo beneficiarse con este trámite.
Para conocer más sobre esta empresa y su trabajo en México, visite la página oficial www.seres.es
Montserrat Rivera Guarneros
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