Aunque las micro, pequeñas y medianas empresas son los principales pilares de la economía en México, no cuentan con apoyo financiero necesario. 7 de cada 10 de estas empresas no solicitan un crédito por las garantías y trámites requeridos.
Esto trae como consecuencia, que el 75% de los nuevos negocios en nuestro país no sobreviva a los dos años de vida, según el Centro de la Competitividad Empresarial. Además de otros dos factores por los que las startups abandonan el negocio en América Latina, son la falta de rentabilidad y problemas personales, de acuerdo a información del Global Entrepreneur Monitor.
“El ecosistema del emprendimiento suele ser muy agotador y en algunos casos, la carencia de información y de asesoría en temas que escapan al área de experiencia del emprendedor puede condenar a una buena idea de negocio. Para evitar este inconveniente, al momento de buscar capital por cuenta propia o se recurre al capital externo, para lo cual se pueden considerar los alternativas: Venture Capital o bootstrapping”, explica Marciano Verdi, fundador y CEO de la company Builder Marcap.
El Venture Capital es un modelo de financiamiento en el que un fondo de inversión inyecta dinero en una startup a cambio de tener participación accionaria en esta.“La aportación de un venture capital o una plataforma al estilo company builder va mucho más allá de la parte financiera. El modelo, conocido como aportación “smart money”, aporta conocimiento especializado, tutorías, estructura y relaciones de negocio, que pueden hacer la diferencia a la hora de darle tracción a la startup”, complementa Verdi.
La OCDE apunta que en México, las startups obtienen solo un 5% de su financiamiento a través de este modelo, cifra muy baja en comparación con Estados Unidos, en el que el porcentaje se ubica entre el 20 y 47%.
Por otra parte, el bootstrapping hace referencia al dinero que se obtiene de ahorros personales, colaboraciones de círculos cercanos como amigos y familiares e incluso de los pequeños ingresos que ya haya producido la startup en sus primeros meses de operación.
“Parte de las razones que ocasionan el fracaso de empresas jóvenes se encuentra en la falta de conocimiento. La experiencia, el networking de inversión y de tutorías que proporciona una company builder pueden hacer la diferencia entre el éxito o el fracaso de un nuevo negocio”, explica Verdi.
La OCDE señala que las startups promueven la innovación, generan empleo de buena calidad y son parte fundamental para aumentar la productividad de los países, lo que justifica más que nunca que los emprendedores busquen esquemas que les ayuden a generar proyectos exitosos y eviten que pasen a engrosar ese porcentaje de empresas que desaparece a los dos años.
Más informes: http://marcap.mx/
Redacción
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