El sector financiero se enfrenta a grandes desafíos. Uno de ellos es adaptarse a la revolución digital donde las startups Fintech se han posicionado como las principales propulsoras del cambio, obligando a los actores más tradicionales a evolucionar al mismo ritmo.
Estos nuevos jugadores hacen uso de la tecnología digital de una forma más eficiente, además tienen una mayor cercanía y entendimiento de las necesidades de los mercados en los que actúan al ser el foco de sus negocios, y una mayor eficiencia en la gestión de los proyectos en comparación con las instituciones financieras tradicionales. Todo ello, ha permitido la democratización de la innovación de la industria financiera haciéndola más inclusiva para toda la población.
La proliferación de este tipo de startups alrededor del mundo y la fuerza con la que irrumpen en la industria financiera las han convertido en una aparente amenaza para las entidades financieras tradicionales que ven en peligro seguir ocupando su posición exclusiva y dominante en el mercado. No obstante, las startups Fintech además de ser las creadoras de nuevas tecnologías, están mostrando al sector tradicional nuevas oportunidades y modelos de negocio, a menor costo y con mayor velocidad, elementos que las empresas de servicios financieros deben tomar en cuenta y analizar.
A nivel global, las entidades financieras tradicionales todavía no están explotando suficientemente las palancas que ofrece las herramientas digitales para innovar en la oferta de productos y servicios financieros. Son pequeñas empresas de alto potencial de crecimiento las que están aprovechando dicha innovación para ofrecer servicios financieros digitales, mediante nuevos modelos de negocio disruptivos, a un costo mucho más competitivo (5 a 10 veces inferior) y con mayor valor añadido. En México y en Latinoamérica, la necesidad de innovar es aún mayor que en mercados como Estados Unidos o Europa, dado que existe además un segmento importante de la población que no tiene acceso a los servicios financieros tradicionales, representado por más de más de 250 millones de adultos que todavía se encuentran al margen del sistema financiero formal en la región.
La banca tradicional se está viendo obligada a adaptarse para conseguir subirse a la ola de innovación tecnológica y diversas empresas, lejos de ver a las startups como competidoras, han decidido cooperar con ellas. Desde nuestro punto de vista es necesario que ambos actores caminen juntos, porque aquellos bancos que sean incapaces de innovar y de transformar sus modelos de negocio a un entorno mucho más digitalizado acabarán desapareciendo.
Un claro ejemplo de la convergencia entre ambos sectores lo podremos observar a través de la BBVA Open Talent 2016 – la competencia de startups que busca a las empresas Fintech más disruptivas del momento alrededor del mundo – y que tendrá su final regional para Latinoamérica dentro del marco de FINNOSUMMIT (Consulte la agenda para conocer más detalles), evento que se celebrará el próximo 20 de septiembre en Ciudad de México, como el escenario idóneo para analizar este ecosistema de forma integral.
Por Andrés Fontao, Managing Partner de Finnovista.
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