Cultura es una expresión de un grupo de personas. Cada cultura refleja las creencias y comportamientos de esas personas, así como su adopción de un sinfín de costumbres que en ella representa, las cuales son arraigadas y transmitidas por el paso de cada generación.
La cultura en innovación, es sin duda alguna, una expresión de un grupo de personas, las cuales hacen que suceda y se convierte en una constante durante el paso del tiempo. Kent Hughes, Investigador de Políticas Públicas y ex Director del Programa de los Estados Unidos y la Economía Global (PAGE) del Woodrow Wilson Center, declara que “la innovación definirá la prosperidad futura de nuestros países”.
La cultura en innovación no es algo común que los individuos, negocios, empresas u organizaciones se interesen en adoptar, no sabemos si es algo sencillo o aún más, no sabemos por qué adoptarla, ni su efecto, lo único que llegamos a saber es que nos podría ayudar a mejorar. Existen diversos factores que, en el camino a su adopción, frenan su adaptación, siendo el más común el romper paradigmas personales y organizacionales.
La innovación, como fundamento principal, exige cambios significativos, con el propósito de mejorar y tener un resultado medible. Su proceso, es muy irregular, ya que surge de una selección de una gran cantidad de ideas, la cuales carecen de fundamentación y son éstas las que tenemos que ir adaptando a las necesidades del mercado e involucra un proceso de prueba y error que no todos nos atrevemos a experimentar.
Estructuras, procesos y actitudes de los involucrados en un proceso de cultura en innovación pueden ayudarla o inhibirla en su adopción. Es responsabilidad del líder, que cada miembro de su equipo de trabajo comience a despertar curiosidad sobre el tema y conozcan el gran valor que recibirán al ponerla en marcha y puedan transmitirlo y aplicarlo en su día a día. Las mejores ideas y su éxito seguramente están dentro la organización y es el líder que debe dar un enfoque principal a definir y apoyar a las personas en la ejecución de las ideas y convertirlas en realidades.
La cultura en innovación tiene como resultado la adopción de actividades, las cuales permiten a los individuos pensar diferente y ser motivados por su ejecución. Dichas actividades tienen que ser arraigadas y aplicadas diariamente para conocer el resultado y permitirnos saber lo que la innovación nos brinda. Explorar, probar, medir, adoptar y documentar son estas actividades que nos ayudarán a descubrir cosas nuevas, ayudándonos a salir del status quo y adaptar el cambio como una constante en nuestras vidas.
Poner en práctica estas actividades nos llevará a tener varios beneficios, los cuales son: estar un paso adelante de nuestra competencia, reforzar nuestras redes internas, generar creatividad, generar conocimiento interno y externo, abandonar el status quo, medir la innovación y contradecir los modelos actuales del negocio.
Es muy importante enseñar a las personas cómo compartir y promover sus ideas, a final del camino, el futuro de cualquier organización va a depender de la ejecución y medición de las mejores ideas. Las nuevas ideas no pueden surgir de la combinación de ideas ya existentes o de un sólo actor, su formación con equipos multidisciplinarios ayudará a la generación de una mayor riqueza de ideas.
Recordemos, la cultura en innovación, conlleva un proceso de sensibilización y una planeación, no podemos generar innovación sin que antes, cada uno de los individuos sepa cómo manejarla y ponerla en práctica.
Mtro. Luis Abraham Hernández Zamora, Consultor en Innovación Empresarial
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