Sin duda, la incertidumbre y complejidad de los tiempos actuales está acelerando la adopción tecnológica en todas las industrias, sin importar su tamaño.
El teletrabajo, o trabajo remoto, encabeza la lista al ofrecer la posibilidad de mantener la operación del negocio y la interacción con clientes, al igual que la colaboración entre empleados, proveedores y socios, de manera transparente, al tiempo que se alcanzan mayor flexibilidad y productividad, ahorros, mejor calidad de vida y menor impacto ambiental, entre otras ventajas.
En México aún hay bastante campo de crecimiento para esta modalidad laboral que, de acuerdo con 5G Américas, suma apenas 2.6 millones de trabajadores, por lo que la penetración con respecto a la población económicamente activa es todavía baja. Y uno de los sectores que más pueden verse beneficiados con ella, sobre todo en momentos como el actual, es el de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs), pues implementarla puede hacer la diferencia entre permanecer o dejar de existir.
La pregunta es: ¿Qué se requiere para tener éxito al dar el salto hacia el home office, sea total o en un esquema híbrido, que es lo que se espera será lo más común ante la llegada de la “nueva normalidad”? Inicialmente, las PyMEs deben considerar elementos como la adaptación de lugares físicamente remotos del negocio, la alineación de los procesos en un modelo no presencial y la adquisición/adecuación de la infraestructura tecnológica para seguir operando. Pero aún hay más, pues la seguridad de los datos debe ser vista como un asunto trascendental.
En un esquema de teletrabajo, no hay que olvidar la importancia de que la información, sobre todo la más crítica para el negocio, se encuentre siempre en un entorno seguro aun con el uso de dispositivos domésticos. Y es que en una época en la que las ciber-amenazas son la preocupación No. 1 para las empresas, lo mismo a escala mundial que en la región de América en que se incluye México (de acuerdo con el Reporte de Tendencias de Protección de Datos 2020 de Veeam), la vulnerabilidad de las organizaciones más pequeñas no hará sino crecer, conforme siguen entrando en la ola de la digitalización.
De acuerdo con Eset, uno de los puntos a considerar en la parte de identificación de riesgos previo a implementar una estrategia de trabajo remoto es el respaldo de información, en el sentido de que las actividades de backup de datos críticos pueden complicarse si no se contempla que algunos de ellos pueden alojarse y utilizarse localmente (es decir, por fuera de las tareas de respaldo), lo cual es especialmente problemático si el equipo correspondiente no está conectado a la red del negocio.
Así que, adicional a hacerse de los medios tecnológicos para operar desde casa y explotar las bondades del teletrabajo, es vital que incluyan una solución de Gestión de Datos en la Nube a su planeación: ésta les permitirá proteger y mantener disponible su información donde quiera que se genere, procese, administre y consulte (sea on-premise en el negocio o casa de los colaboradores, desde alguna nube o migrando entre plataformas) y les hará más fácil contar con una continuidad de negocios adecuada a los tiempos, además de que les ayudará a incrementar su capacidad de responder con agilidad a las necesidades de sus clientes.
Es un hecho que si hay un sector de negocios acostumbrado a la necesidad de evolucionar para continuar subsistiendo, ese es el de las PyMEs, y el hecho de que las circunstancias nos estén llevando a todos a acelerar la transformación digital en México, incluidas las organizaciones más pequeñas, puede ser una gran oportunidad, digna de aprovecharse.
Por Abelardo Lara, Country Manager de Veeam en México
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