La inteligencia artificial está redefiniendo el mundo laboral. Automatiza procesos, optimiza decisiones y, en teoría, elimina sesgos. Pero ¿realmente está ayudando a cerrar la brecha de género o simplemente digitalizando las desigualdades del pasado?
IA: ¿Eliminadora de sesgos o reforzadora de discriminación?
En empresas medianas, donde los recursos para contratación suelen ser limitados, la IA promete eficiencia. Algoritmos filtran candidatos por habilidades y eliminan el factor humano de la ecuación, reduciendo prejuicios inconscientes. Algunas plataformas incluso identifican términos en ofertas de empleo que podrían disuadir a mujeres de postularse, como “líder nato” o “mentalidad agresiva”.
Pero aquí está el problema: la IA aprende de datos históricos. Si el pasado estuvo marcado por desigualdad, la IA no solo la réplica, sino que la institucionaliza. Sin intervención activa, el resultado es una versión digitalizada de los mismos sesgos que impiden a las mujeres acceder a puestos clave.
Empresas medianas y el desafío de la transparencia
A diferencia de las grandes corporaciones con departamentos especializados, muchas empresas medianas adoptan soluciones de IA sin comprender completamente su funcionamiento. La falta de transparencia en los algoritmos dificulta detectar sesgos y corregirlos antes de que impacten en la equidad de género.
“Si no entendemos cómo decide la IA, no podemos garantizar que sea justa”, advierte Estrella Vázquez, CEO de Time2Grow. La clave está en auditar regularmente estos sistemas y capacitar a los equipos de RRHH para interpretar sus decisiones.

Mujeres en tecnología: un punto crítico
El problema de fondo es la escasa presencia femenina en tecnología. Menos del 30% de quienes trabajan en la industria son mujeres, y solo el 8% ocupa puestos como Chief Technology Officer (CTO). Esto significa que la IA que decide el futuro laboral de miles de mujeres está mayormente diseñada por hombres, sin una perspectiva de género real.
“No podemos esperar que la IA resuelva la desigualdad si quienes la crean no reflejan la diversidad que queremos en el mundo laboral”, enfatiza Vázquez. La solución no solo está en auditar algoritmos, sino en incluir a más mujeres en el desarrollo de estas tecnologías.
IA y SEO: Un caso de éxito con advertencias
Las empresas medianas han comenzado a integrar IA en sus estrategias de SEO, logrando reducir hasta un 30% del tiempo dedicado a investigación de keywords. Sin embargo, solo el 30% la usa para optimización técnica y el 69% de los equipos carece del conocimiento para implementarla con confianza.
Esto plantea un paralelo interesante: si la IA puede ser útil en SEO con el enfoque correcto, ¿por qué no aplicamos el mismo rigor al implementarla en gestión de talento?

¿Hacia dónde vamos?
Para que la IA sea una herramienta de equidad, las empresas medianas deben asumir un rol activo en su implementación:
- Auditar regularmente los algoritmos utilizados en reclutamiento y promoción.
- Capacitar a los equipos de RRHH sobre sesgos algorítmicos.
- Fomentar la diversidad en tecnología, asegurando que más mujeres participen en la toma de decisiones sobre IA.
- Exigir transparencia a los proveedores de soluciones basadas en IA.
“La clave está en involucrar a más mujeres en la toma de decisiones sobre IA y asegurarnos de que la tecnología sea una herramienta para la equidad, no una barrera más”, concluye Vázquez. La inteligencia artificial está transformando el mundo laboral, pero el verdadero reto es garantizar que esa evolución beneficie a todos por igual.
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