No es ningún secreto que existe preocupación en todo el país debido al incremento en el costo de los combustibles y el impacto que tendrá en los precios de los productos básicos.
Sin embargo, la Secretaría de Economía asegura que los precios de los productos de la canasta básica, en ningún caso, pueden subir en la misma proporción que lo hicieron la gasolina, el diésel y el gas.
Según la institución, las variaciones en los precios de las gasolinas y otros combustibles, no tienen un efecto directo en los precios de los productos que los integran como insumos. Es decir, un incremento de 16.5% en el diésel, no implica un aumento igual o mayor en el costo de un kilo de tortillas o huevo o un litro de leche.
Para que las cosas queden más claras, en la producción de un kilo de tortilla, el efecto del incremento en el precio del diésel es de no más de 5 centavos por kilo.
En el caso de un litro de leche, el incremento del precio del diésel implicaría un costo adicional de aproximadamente 8 centavos respecto al precio del mismo. Cabe señalar que, a pesar de que el precio internacional de referencia de la leche cayó 7.2% de enero de 2014 (máximo nivel) a noviembre de 2016, su precio en México subió 8.2% en el mismo periodo. Por lo que un aumento no sería justificable.
Si hablamos del huevo, un tráiler transporta 1000 cajas y que cada una pesa 22 kilos, su carga sería de 22 mil kilogramos. Agregando el costo de su traslado, de Jalisco a la Ciudad de México (460 km), el aumento del costo del diésel impactaría en 4 centavos por kilo; lo que significa el 0.2% del precio actual de dicho producto.
Ante este panorama, la PROFECO sancionará cualquier aumento arbitrario en los precios de los productos básicos e intensificará su monitoreo y verificación en los principales establecimientos comerciales del país.
Redacción
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