Datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), señalan que entre 4% y 8% de la población en México sufre de trastorno afectivo estacional, mejor conocido como depresión estacional. Dentro de ese universo de personas, el 75% de la incidencia se da en mujeres y 25% en hombres. Esta afección repercute en todas las actividades de la vida cotidiana de una persona, incluyendo sus relaciones afectivas y laborales.
En este contexto, la mayoría de quienes lo presentan son mujeres, ya que además de las actividades laborales, mayormente son ellas las que se encargan de las compras y preparativos para las fiestas decembrinas.
“El trastorno afectivo estacional se suele creer, equivocadamente, que sólo incide en países septentrionales, en la medida que los inviernos tienden a ser más crudos que en regiones cálidas o templadas. Sin embargo, los factores de incidencia en ese malestar van mucho más allá que la temperatura y, por lo mismo, es fundamental que se tenga cuidado y se preste particular atención a este tipo de depresión, sobre todo en entornos laborales en los que pueden recrudecer los problemas asociados a esta enfermedad”, explica Abel Navajas, Manager de Affor Health, empresa especializada en gestionar y mejorar la salud psicosocial de las personas en las organizaciones.
La depresión estacional (o winter blues) depende de temporalidades; específicamente, las relacionadas con el final de año. Aunado a esto, diciembre es un mes clave para las empresas. Sectores como el retail tienen una alta demanda propia de las fechas y de promociones como el Buen Fin, Black Friday o Cyber Monday. Por ejemplo, datos de Statista revelan que a fin de año Amazon tiene un aumento de demanda que eleva sus ingresos hasta en un 60%, y entre sus planes para mantener este crecimiento está la incorporación 150,000 nuevos empleados (algunos de tiempos completo otros temporales), tan sólo en Estados Unidos.
“No es un secreto que, para muchas empresas, fin de año representa una sobrecarga de trabajo, o incluso lo contrario, una baja de ingresos. En el primer caso los líderes deberán tener clara una estrategia de gestión de trabajo que disminuya los riesgos de salud mental como el estrés ante un aumento de actividades. Cuando se trata de una temporada baja, también deberán vigilar que el miedo o ansiedad ante un mal cierre impacte en el ánimo y salud mental de los equipos. La clave está en contar con herramientas de prevención y atención, así como en tener una excelente comunicación”, añade el especialista de Affor Health.
¿Cómo afecta la depresión estacional a las empresas?
La depresión estacional en la mayoría de las empresas puede agudizarse al combinarse con otros factores como el cierre fiscal de un negocio o incluso las vacaciones de los colaboradores. Navajas apunta a que además de las actividades laborales el factor social e incluso financiero propio de las fechas que tiene un gran impacto.
“El final del año por naturaleza obliga a que las personas reflexionen sobre los meses que dejan atrás y lo que va por delante. Por ejemplo si se cumplieron o no los propósitos, qué autopercepción tiene cada colaborador del año que se va, cómo pasarán estas fechas, que vale la pena decirlo, tienen una gran carga social. Esas combinaciones son una bomba de sentimientos que, si no se tiene el acompañamiento adecuado para gestionarlo, pueden impactar negativamente la armonía de un espacio de trabajo”, agrega el Manager de Affor Health.
Adicionalmente, una mala gestión financiera puede llevar a los colaboradores a presentar algunos problemas de salud mental. Una encuesta de la consultora Deloitte revela que en México, el 60% de quienes tienen algún sentimiento de ansiedad lo atribuye a una mala gestión de sus finanzas personales.
¿Cómo cuidar el bienestar integral de los trabajadores?
De acuerdo a registros de la consultora británica YouGov, 25% de las personas consideran que la Navidad afecta su salud mental; paralelamente, 51% de las mujeres sienten un estrés mayor durante la temporada de final de año, en buena medida, por las expectativas sociales y profesionales que se acrecientan durante los meses de otoño e invierno, es decir, a la sobrecarga de trabajo se suma la preparación de las cenas, compra de regalos, decoración del hogar, entre otras.
“Fin de año es una temporada compleja en términos de salud mental en el trabajo. Pero también puede ser la temporada ideal para que las empresas volteen a ver a sus colaboradores y atiendan los riesgos psicosociales de su compañía. Hacerlo trae grandes beneficios tanto en el corto como en el largo plazo”, concluye el Manager de Affor Health.
RECOMENDAMOS ¿Cuánto cuesta a las empresas no cuidar de la salud mental de sus colaboradores?
Recuerda dejarnos un comentario
Te puede interesar