Las pequeñas y medianas empresas (PyMES) son reconocidas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como un motor de creación de empleo al concentrar las dos terceras partes del empleo mundial. Por este motivo, su desafío, tanto en México como en el resto del mundo, es ser capaces de adaptarse a la transición digital para que de esta manera aumenten su productividad y crecimiento económico, con el fin de seguir contribuyendo al bien social.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México existen más de cuatro millones de PyMES; y de ellas un 97.6% son microempresas, 2% son pequeñas, y 0.4% son medianas; datos obtenidos a partir de la Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (ENAPROCE 2015).
Sin embargo, a pesar de la existencia de numerosas microempresas, cifras de la OIT presentadas en el informe: Pequeñas y medianas empresas y creación de empleo decente y productivo de 2015, indican que las PyMES tienen, en promedio, una productividad tres veces menor en relación con las grandes empresas y por ende, ofrecen salarios 50% más bajos a sus empleados. Lo anterior, se sustenta con datos del Grupo del Banco Mundial, que confirman que las empresas más grandes son más productivas y tienen mayor facilidad para adquirir e implementar nuevas tecnologías.
Dentro del panorama actual de la digitalización, las medianas, pequeñas y micro empresas se enfrentan a un mercado competitivo donde la toma de decisión de compra de los consumidores se lleva a cabo por medio de múltiples canales digitales y su acercamiento a las marcas se realiza en mayor medida, a través de sitios web, blogs, redes sociales, entre otros.
Sin embargo, en México se calcula que solo una de cada diez PyMES cuenta con un sitio web propio para ofertar sus productos y/o servicios, lo cual complica su ingreso a la economía digital a nivel mundial. Ante esta realidad, los nuevos emprendedores no solamente requieren estar conscientes de este panorama, sino que necesitan adaptarse a la era digital de forma innovadora y creativa con el fin de mantener una presencia constante en sus mercados correspondientes, evitando de esta forma desaparecer en el proceso.
De acuerdo con la encuesta “ENAPROCE”, un 73.9% de las microempresas en México no utilizan internet, esto equivale a casi tres millones de negocios en el país, y de ellos un 74.5% tampoco cuenta con equipo de cómputo, esta carencia de integrarse a la Cuarta Revolución Industrial, afecta al crecimiento no solamente de las industrias, sino de la economía nacional.
Entre los motivos por los cuales las empresas radicadas en México no hacen uso de internet destacan los siguientes: 47.3% no lo necesitan, 17.9% no cuentan con el equipo, 14.1% no tienen los recursos económicos suficientes y un 11.8% no saben utilizarlo.
Respecto a las PyMes, más del 90% sí utiliza internet, pues únicamente 7.6% de las pequeñas empresas y 1.6% de las medianas no lo utilizan. En estos casos, resulta claro que los nuevos emprendedores han comprendido la importancia de mantener una presencia en línea, al comprender que el uso de internet ya no es un lujo sino una necesidad.
Los hábitos de consumo han cambiado. Los consumidores modernos utilizan los servicios en internet durante todo el proceso de compra, donde comparan precios, comparten opiniones, investigan detalles específicos y finalmente eligen el producto. Atrás quedó la época en donde los negocios podían utilizar pancartas y letreros para anunciarse, y si los clientes han evolucionado, es imperativo que las empresas que deseen vender también estén obligadas a hacerlo.
De acuerdo con el Estudio de Comercio Electrónico en Mexico 2015 realizado por la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), el comercio electrónico en nuestro país ha tenido una tasa de crecimiento anual de más del 30% en los últimos cuatro años. Los dispositivos que utilizan los usuarios digitales para la adquisición de productos son: PCs y laptops con 93%, smartphones con 84% y tablets con 57%. Además, se indicó que el nivel de agrado de los compradores en línea es de 86%, lo que demuestra que están igual o más satisfechos que con las compras en tiendas físicas.
El estudio también reveló que más de la mitad de los compradores mexicanos adquieren sus productos en tiendas online internacionales, siendo Estados Unidos el país en donde más se compra con un 64%. Esto más que un obstáculo puede considerarse como una oportunidad para que las empresas regionales puedan hacer llegar fácilmente sus productos a sus consumidores, debido a que tienen un mayor conocimiento del mercado local.
Somos parte de la revolución digital y los consumidores actuales son cada vez más dinámicos y exigentes. Ya no sólo buscan información en Internet sobre el producto, sino que exigen un trato único por parte de las empresas. Las PyMES del país tienen a su alcance un mundo de posibilidades para llegar a nuevos clientes y mantener la fidelidad de los que ya son sus consumidores.
Los tiempos están cambiando, necesitamos adaptarnos y renovarnos en el proceso. Aprender de estas nuevas tendencias nos dará las herramientas para subsistir en un mundo en constante movimiento. Su empresa, ¿se está adaptando?
Por: Lukas Canal, Gerente Senior de Ventas, Oracle Marketing Cloud.
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