Lo que suceda en nuestro entorno, ya sea en el ambiente político, económico, cultural, etc. tendrá una repercusión importante en las empresas.
Sin embargo, la PyMEs resultan más afectadas debido a sus características, a pesar de lo importante y fundamentales que son en nuestro país; de acuerdo con el INEGI, tan sólo en 2015 existían 4 millones 15 mil unidades empresariales, de las cuales 99.8% son PyMEs, lo que representa el 52% del Producto Interno Bruto (PIB) y generan el 72% del empleo en el
país.
Más que preocuparse por los efectos colaterales de los factores externos, las PyMEs deben ocuparse en tomar acciones para contrarrestarlos, ¿de qué forma? una estrategia puede ser buscar inversiones que den certeza a las empresas, de esta forma se pueden agilizar procesos para dar una rápida respuesta a los nuevos requerimientos, sin parar operaciones y sin afectar al cliente final, según la opinión de Aristides Palma, Director General de Zafiro Software.
En este escenario, las medianas empresas a diferencia de los grandes corporativos, están acostumbradas a un sistema de altibajos, incomodidad y retos constantes, lo que ha robustecido a este sector y les ha permitido sobrevivir en tiempos difíciles y mantenerse dentro del mercado.
Es necesario que ante la incertidumbre que generan los cambios repentinos, contar con soluciones que se adapten a las necesidades y que ayuden a estabilizar los procesos de las organizaciones. El uso de un ERP (Sistema de Planificación de Recursos Empresariales), podría minimizar los cambios de las empresas, mantenerlas y hacerlas crecer.
Redacción
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