Alianza global para incrementar la producción de alimentos, mejorar las prácticas comerciales y un control responsable en el sector para contrarrestar el cambio climático, son algunos de los compromisos a los que llegaron los Ministros de Agricultura de 40 países en el segundo día de trabajos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Ante el reto de aumentar la producción de alimentos en un 70 por ciento en los próximos diez años, a través de una agricultura sustentable, y dado que esta actividad productiva se coloca como detonante en la economía mundial, los responsables de las políticas agropecuarias se pronunciaron por trabajar de manera conjunta en la implementación de alianzas mundiales para la investigación y el intercambio tecnológico.
Igualmente, acordaron que la OCDE apoye con una declaración de principios para tener un equilibrio en los precios y en la actividad comercial a nivel global, lo que coadyuvará a controlar la volatilidad de productos.
Además, se comprometieron a establecer un mejor manejo de estadísticas y comportamientos de la producción, a fin de que los beneficios y la rentabilidad del sector no quede en manos de terceros y más bien se propicie cada vez más una relación directa entre el productor primario y el consumidor.
El Secretario de Agricultura, Francisco Mayorga Castañeda, señaló que una manera de conocer y controlar el aumento de precios de los productos agrícolas en México es a través de la participación de los mercados de futuro y cobertura de precios, que se ha visto incrementado con la apertura de mercado con los Estados Unidos.
A esto sirve también, acotó, la aplicación de seguros para cubrir afectaciones en el sector por fenómenos naturales.
En la mesa de trabajo donde participó México con Portugal, República de Irlanda, Finlandia, Hungría, Indonesia, Islandia y Nueva Zelandia, el Secretario Mayorga habló de la oportunidad de utilizar la biotecnología y la genética como elementos complementarios para el desarrollo del sector y un impacto favorable en el cuidado de los recursos naturales.
Entre las conclusiones y compromisos de este Foro, se destacó que dado que la economía de los países en desarrollo está basada en la actividad rural, se presenta la oportunidad para enfocar sus esfuerzos en la producción de alimentos sanos y al mismo tiempo participar en el crecimiento económico.
La crisis mundial de 2007 y 2008, se dijo, está relacionada con la falta de inversión en el sector agrícola en los últimos diez años, por lo que resulta un indicador importante el reactivar la inversión en capital, pero también en innovación, investigación y tecnología.
Las conclusiones subrayan también la importancia que significa transparentar la información en los procesos de producción, lo que ayudaría a mejorar las condiciones de rentabilidad de los más débiles en la cadena productiva, así como los ingresos de los productores más pequeños.
Además, indican que 50 por ciento de las emisiones que propician el cambio climático proviene de la agricultura, por ello la importancia de mejorar las técnicas y buenas prácticas agrícolas para revertir el problema.
Se concluyó que la agricultura tendrá que hacer una contribución mayor a la mitigación de los gases de efecto invernadero, así como la instrumentación de controles más estrictos en el uso de agua utilizada en el sector, así como trabajar en la multifuncionalidad que ayude a producir bienes y servicios (como el ecoturismo) para un desarrollo más integral.
Representantes de la OCDE, encabezados por José Ángel Gurría Treviño, reconocieron la utilidad pragmática que representa el garantizar un funcionamiento transparente y eficaz de los mercados, toda vez que el 15 por ciento de los alimentos del mundo se negocian en el comercio internacional.
Redacción