Con el objetivo de apoyar a los pequeños y medianos empresarios, de superar la crisis que provocó el COVID-19 y, además, en un intento por impulsar la economía del país, el Banco de México propuso una iniciativa que contempla el nearshoring
¿Qué es el nearshoring? Claudio Kandel, director de DiSí Operaciones lo define como un acercamiento a la fuente de inversión y mercado la cadena de suministros, ya sea productos terminados, insumos, materias primas o componentes.
Algunos inversionistas experimentan disrupciones en sus cadenas de suministros lejanas por disrupción en la logística de transporte, por tensiones económico/políticas entre países y/o por conflictos bélicos, y deciden acercar sus inversiones para tener más certeza sobre la capacidad de recepción de suministros, pero manteniendo bajo control sus costos y gastos.
El nearshoring surgió cuando las empresas transnacionales notaron que acercar su cadena de suministros les generaba más ventajas económicas. Las empresas que tienen cerca a sus proveedores ahorran valiosos recursos, como el tiempo, la distancia y un mayor control sobre su producción.
“Si México decide recibir las inversiones (en vez de bloquearlas o ponerles trabas), el impacto es de crecimiento económico y oportunidades de realizar más negocios. Si México logra reemplazar en cierta medida a algunos países asiáticos, se incrementa de manera exponencial el comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, creando un bloque económico más grande del mundo”, señaló Kandel.
“A las PyMEs les puede servir en México desde el punto de vista que la entrada de nuevas empresas en el país puede significar más clientes; es decir, más ventas. Las empresas que han decidido reconfigurar su cadena de suministros para tenerlas más cerca tienen los beneficios de: aseguramiento de su proveeduría, mantener precios bajos en sus insumos, tener más cercanos a sus proveedores lo cual aumenta la cooperación y desarrollo”, puntualizó el director de operaciones.
Sin embargo, los proveedores, en su mayoría PyMEs, tienen que dar plazos de pago extensos a sus compradores (clientes) para poder vender. Estas empresas no tienen acceso a capital y/o financiamiento de manera equiparable por lo que tienen que pagar prácticamente de contado (de inmediato o c.o.d.).
Los plazos extensos de cobranza con relación a los plazos inmediatos de los costos y gastos generan una brecha negativa de liquidez; es decir la diferencia en dinero y tiempo entre las cuentas por cobrar y las cuentas por pagar. Las empresas mexicanas necesitan la inyección de recursos líquidos si se ven “forzadas” a vender a plazos.
Esta plataforma de factoraje, apoya a las PyMEs a tener la liquidez necesaria durante los periodos de espera de la cobranza.
Por ello, Claudio Kandel concluye: “Entendemos que es prácticamente imposible que las estas pequeñas y medianas empresas logren que sus clientes les paguen de contado; es decir se ven forzadas a financiar el capital de trabajo de sus clientes. DiSí busca que más empresas nos conozcan y nos incorporen como solución financiera en sus operaciones.”
En definitiva, el nearshoring puede ser un aliado importante para que la economía salga del bache en que se encuentra. Si los empresarios y las instituciones gubernamentales se hacen con las herramientas necesarias para impulsar esta estrategia, México podría resultar altamente beneficiado, así como las empresas transnacionales que necesitan insumos de calidad a bajo costo.
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