Cautelosamente optimista: así es como yo describiría el estado de ánimo de los líderes empresariales frente al 2015. Nuestro más reciente indicador de confianza trimestral (International Business Report) ha encontrado el panorama positivo para los líderes empresariales desde 2007.
Esto no es una sorpresa, ya que de muchas maneras el 2014 fue el año en el que la recuperación realmente se afianzo – y no sólo en el Reino Unido y Estados Unidos, también en algunas de las economías europeas más afectadas por la crisis. (Irlanda, España e incluso Grecia mostraron signos claros de recuperación).
Sin embargo, la reciente crisis económica, política y social está pesando fuertemente en la mente de los líderes empresariales. Nuestra investigación mostró una caída en el optimismo empresarial global de ocho puntos porcentuales para quedar en 35% en el Q4. Esto no es desastroso – el año pasado, el optimismo global de negocios se situó en apenas un 27%, por ejemplo – pero refleja las preocupaciones sobre la desigualdad en la recuperación global.
La dramática caída del 50% en el precio del petróleo ha ocupado un espacio importante en los titulares y esto sacude a los mercados e inquieta a los inversionistas. Mientras los automovilistas y algunos fabricantes estarán celebrando, es claramente menos beneficiosa la noticia para las empresas petroleras y los grandes exportadores cuyos presupuestos del gobierno pueden haber pronosticado un precio mucho más alto. La viabilidad de la producción de petróleo en Estados Unidos y la inversión mundial en energías renovables también se ha puesto en duda.
Tal vez el problema más grande es el de la zona Euro donde Grecia se encuentra una vez más en el centro de la tormenta. En las recientes votaciones de Grecia, llegó al poder el partido Syriza de izquierda que se ha comprometido a renegociar los términos del rescate de € 240 mil millones y revertir muchos de los recortes de austeridad. Con Alemania preparado para bloquear cualquier tipo de movimientos, los temores de una ‘Grexit’ (La retirada de Grecia de la zona Euro) potencialmente perjudicial con efectos en cadena para el resto de la región, son cada vez más reales. Si esto no fuera suficiente, Italia está de nuevo en recesión, Francia está en estado de incertidumbre, Alemania se ha desacelerado y la deflación amenaza con asfixiar el gasto del consumidor y la inversión empresarial. La región se encuentra en un verdadero peligro de sufrir una “década perdida” similar a la de Japón – de nuevo en recesión después de un ligero aumento en el impuesto al consumo – sufrida en la década de 1990. Todo esto en conjunto podría frenar la recuperación del Reino Unido.
Añadiendo a esto el malestar en Ucrania, el conflicto violento en el Medio Oriente y América Latina atrapada en la crisis hace que las perspectivas para 2015 ciertamente parezcan difíciles.
A pesar de esto, la opinión general sigue siendo bastante optimista y yo también soy optimista de que las empresas, especialmente aquellas que son suficientemente dinámicas para adaptarse a un entorno que cambia rápidamente, aún pueden prosperar. La fortaleza de la economía de Estados Unidos es una de las razones. Su participación en la producción mundial puede haber caído en la última década del 32% al 22%, pero la fortaleza del gasto del consumidor estadounidense sigue siendo vital para la salud de la economía internacional. Indicadores recientes parecen muy prometedores: la adición de 2,7 millones de puestos de trabajo en 2014 fue el mejor desde 1999 y el crecimiento para 2015 se pronostica en un muy saludable 3,3%.
China es otro motivo. Se ha hablado mucho de la tasa de desaceleración del crecimiento hasta el 7,3%, pero esta cifra no es nada despreciable y complacería a la mayoría de los gobiernos y no está muy por debajo de la meta oficial. Sí, los niveles de deuda del gobierno local son una preocupación, pero la transición controlada de la inversión gubernamental hacia la economía de consumo ofrece una senda más sostenible de crecimiento a largo plazo. Por otro lado, los otros gigantes asiáticos, India e Indonesia, tienen Primeros ministros electos que prometen ser más favorables para los negocios y logren desbloquear el potencial productivo de sus millones de jóvenes. Por último, hay importantes signos de crecimiento en África donde están comenzando a desacoplarse del ciclo de los productos básicos y están abriéndose camino a la diversificación y a un mayor crecimiento.
Es evidente que la economía mundial no se está moviendo al mismo ritmo y esto significa que abra una recuperación más desigual de lo que hemos visto en las crisis financieras anteriores. Pero hay oportunidades de crecimiento para los líderes empresariales que están dispuestos a asumir un riesgo: hacer una nueva adquisición, poner en marcha ese nuevo producto o para entrar en ese nuevo mercado. Y el problema no es que los líderes empresariales carezcan información, sino la forma en que son tratados los datos. Si vas al extranjero, busca un asesor local con un profundo conocimiento del mercado – lo que se ve en el papel como una oportunidad podría fácilmente terminar dándole un dolor de cabeza. Si usted está contemplando crecer a través de adquisiciones, asegúrese de que su tecnología o el acceso a los mercados que está usted comprando ofrezcan oportunidades de crecimiento más allá del aquí y ahora.
Acabo de regresar de la India, visité a nuestros clientes que trabajan en los sectores automotrices y de telecomunicaciones, donde llamaron mucho mi atención por el ingenio, la innovación y el dinamismo de los empresarios locales. Algunos pueden estar decepcionados por el lento ritmo de las reformas, pero cambiar la forma de pensar en la mayor democracia del mundo nunca iba a ser un trabajo de una sola noche. Los líderes empresariales de la India parecen despreocupados: su confianza para 2015 alcanza un 98%, el más alto en cualquier parte del mundo.
Creo que hay una lección para todos los líderes empresariales. Sí, esta recuperación es diferente; es irregular y desigual. Y sí, tomar decisiones audaces es difícil en un mundo incierto. Pero a veces tenemos que dar el paso, confiar en nuestro instinto y la experiencia para saber cuál es el mejor curso de acción, mantener la esperanza de un buen resultado. Una actitud positiva puede ayudar a superar incluso los obstáculos más difíciles.
Ed Nusbaum,Global CEO, Grant Thornton International Ltd
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