En un discurso el día de ayer ante economistas de negocios, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke abogó por continuar las políticas de estimulación del crecimiento económico mediante tasas bajas. A pesar de que reconoció algunas de las buenas noticias económicas, especialmente en términos de empleo, aseguró que “no podemos estar todavía seguros de que el reciente ritmo de mejoría en el mercado laboral se sostenga”. Bernanke abogó por una nueva ronda de flexibilización por parte de la Fed en caso de que el reciente ritmo de creación de empleos disminuyera. Nuestra expectativa es que el crecimiento se desacelere a principios de verano, abriendo la puerta para una mayor flexibilización cuantitativa (QE) por parte de la Fed más adelante en el año.
Una lista de preocupaciones
Bernanke comenzó por destacar que las horas y los empleos están “considerablemente por debajo de los niveles anteriores a la crisis” y el desempleo sigue “muy por encima… de su nivel sostenible a largo plazo”. Notó que una “porción considerable” del crecimiento del empleo se debe a “una reducción en los despidos, en vez de un incremento en las contrataciones”. Más aún, observa que la reciente caída en la tasa de desempleo es “desconcertante”. Hicimos esta observación hace algunas semanas, notando que el crecimiento por debajo del potencial de 1.7% real del PIB en 2011 históricamente hubiera llevado a un incremento de 0.5 puntos porcentuales en el desempleo, en lugar de la disminución de 0.7 puntos porcentuales que se observó a lo largo del año. Quizás, especuló Bernanke, el reciente ritmo de crecimiento del empleo es una corrección del exceso de despidos que se dio al principio del ciclo de negocios – y por lo tanto no se sostendrá a menos de que la tasa de crecimiento se acelere a partir de ahora.
Dudas estructurales
Bernanke también cuestionó la visión de cambios estructurales del mercado laboral, favoreciendo en su lugar una historia cíclica que enfatice la profundidad de la recesión. Notó una caída proporcional en la tasa de búsqueda de empleos por duración de desempleo, y argumentó que históricamente, los cambios en la curva de Beveridge (la relación entre las vacantes y el desempleo) tienden a ser temporales. Como resultado, repitió su llamado – que propuso por primera vez el año pasado en Jackson Hole – para que la flexibilización de la política monetaria prevenga que el desempleo cíclico se vuelva estructural.
Rondando el botón de flexibilización
En la sesión de preguntas y respuestas, Bernanke dijo que era importante que la Fed se mantuviera cautelosa y que buscara mejorías “notables” en la perspectiva. El discurso de Bernanke revela que aún no está convencido de que las recientes señales positivas se sostengan. En ese caso, argumentó, “unas políticas acomodaticias continuas” podrían ayudar a apoyar la recuperación. Esto no es un llamado para una mayor flexibilización cuantitativa (QE), pero es una fuerte indicación de que la Fed no ha descartado una flexibilización en el futuro, ni que se vaya a retirar tan pronto como el mercado ahora lo espera, en nuestra opinión. Bajo nuestro pronóstico, el crecimiento se desacelera en la segunda mitad de 2012, y las preocupaciones de Bernanke de un alto en la mejoría del mercado material se vuelven realidad. En tal caso, prevemos que una tercera ronda de flexibilización cuantitativa (QE3) se implemente a finales de verano o a principios de otoño.
Michael S. Hanson, economista para Estados Unidos en Merrill Lynch Bank of America
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