En el marco del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora este 8 de marzo (8M), FuckUp Nights presentó su estudio con perspectiva de género Fracaso y género en espacios laborales 2022-2023,la única encuesta de diagnóstico organizacionalque busca ser una hoja de ruta para las empresas que quieren entender el fracaso con un enfoque DEI&A (Diversidad, Equidad, Inclusión y Accesibilidad), por ello también incluye un apartado de respuestas de las personas no binarias.
En 2023, el 22.89% de las mujeres aceptó que oculta aspectos de su personalidad para encajar en su trabajo y aunque la cifra es menor a las personas no binarias (33.33%) es 10.12% mayor que la registrada por los hombres (12.77%). En comparación con el año anterior, el indicador se mantuvo constante, esto habla de que la construcción de espacios de trabajo psicológicamente seguros, donde la inclusión y la igualdad de género sean temas prioritarios sigue siendo un pendiente en México.
Pedir ayuda ante el error, no siempre es una opción
La encuesta también arrojó que el 28.51% de las mujeres han dejado de proponer ideas por miedo a que las rechacen; además, 36.9% de las mujeres que comete un error busca resolverlo por su cuenta antes de pedir ayuda, aunque esté por encima de sus competencias y capacidades. Por otra parte, cuando algo no está claro, el 40.48% de las mujeres intenta entenderlo de manera independiente, antes de preguntar a otra persona.
En 2022, la tendencia a resolver de forma independiente las cuestiones poco claras era ligeramente mayor entre los hombres (46.81%), con respecto a las mujeres (45.78%) y una diferencia más significativa en comparación a las personas no binarias (33.33%). En 2023, las cifras disminuyeron, tanto para las mujeres como para los hombres, lo que podría implicar un cambio gradual hacia un entorno de mayor apoyo, excepto en el caso de las personas no binarias, donde el porcentaje aumentó significativamente hasta el 50%, lo que muestra una mayor sensación de aislamiento.
Fuckup Nights preguntó a los integrantes de las organizaciones sobre la pertinencia de los mensajes correctivos y las opiniones para el avance de los proyectos. El 40% de los hombres afirmaron que evitan corregir a alguien o decir algo sobre lo que es posible mejorar para no herirlo. Esta cifra aumentó considerablemente con respecto al 2022, cuando sólo el 16% lo hacía.
El temor al fracaso afecta a todos, pero, para las mujeres, se ve a menudo exacerbado por estereotipos sociales arraigados, que las perciben como “más débiles”. La cultura empresarial, que, históricamente, ha castigado esta debilidad, necesita un cambio para reconocer que el fracaso no es malo, ni mucho menos está intrínsecamente vinculado a un género.
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