La desconfianza que muchos líderes de equipos tienen en que sus empleados practiquen el ya conocido Home Office, está generada por un paradigma del sXX donde el trabajo era manual y muy visual. Un paradigma que estuvo enmarcado en la era de la producción, donde tú generabas un producto y para que yo viera que lo estabas haciendo y que lo hacías con los estándares de calidad establecidos, había que observarte y supervisarte físicamente. Pero ahora estamos en la era digital y mucho de lo que se genera no es algo físico, sino que es virtual. Muchas de las herramientas que hoy manejamos son virtuales. Hoy no tiene sentido estar atrás de una persona que está tecleando frente a una computadora; No sé lo que está generando hasta que vea el resultado final.
En este sentido, diría que el sXX estuvo regido por la actividad y el sXXI está regido por el resultado. Actualmente, si quieres administrar la actividad de tu equipo de trabajo debes preocuparte por los logros que generan, por lo que la herramienta de medición del líder del s XXI es el resultado y esto, justamente, aplica con más fuerza cuando se practica el Home Office en una organización.
Actividades, cargos y perfiles más aptos para la práctica del Home Office o Trabajo virtual
Entre más alto sea el cargo de una persona en la organización, más posibilidades tiene de realizar un trabajo virtual o remoto, al igual que las personas cuya actividad está estrechamente relacionada con lo digital o cuando el scope de la actividad es internacional y el equipo de trabajo se ubica en diferentes países.
Asimismo, considero más aptas a esta práctica a las personas que lograron ya el dominio de sus habilidades y han alcanzado cierto nivel de independencia y autonomía personal. También la disciplina debe ser una característica a tener en cuenta; es decir, personas con la capacidad de realizar actividades sin necesidad de que los estén empujando a ello.
El High Tech no debe matar el Human Touch
No hay que olvidar que siempre tiene que haber espacios de contacto; El High Tech no debe matar el Human Touch. Cada organización, en base a su operación específica, tendrá que definir esos puntos de contacto que tienen que estar regulados y tienen que ser consistentes.
Todas las decisiones tienen pros y contras pero sí creo, por ejemplo, que un trabajo virtual o home office puede verdaderamente impactar el human touch, lo cual sería lamentable, ya que existe el riesgo de caer en un trabajo estrictamente transaccional, evitando la generación de valores agregados adicionales que solamente nos los da el contacto con otro ser humano. Asimismo, existe el riesgo de perder un aspecto “energético”, ya que el estar con otros, a los seres humanos nos llena de energía, por lo que es importante que el trabajo virtual no sea absoluto sino que esté matizado con aspectos que involucren el contacto personal. Si no hay parámetros de control y mediación muy bien establecidos en esta materia, existe la posibilidad de una organización se “descarrile”.
Ya no nos podemos resistir al cambio. El Home office o Trabajo virtual ya no es una opción, sino que, en muchos casos, es una necesidad, además del tiempo que se ahorra en los traslados. Actualmente, creo que ya tenemos las herramientas, no luchemos contra ellas; más bien aprendemos a administrarlas.
Raciel Sosa | Experto en Liderazgo del sXXI |www.racielsosa.mx
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