De acuerdo con los datos que Intel Security comparte, el ransomeware alcanzará su punto álgido a mediados de 2017 y a partir de ahí comenzará a remitir.
En 2016 se registraron ataques de este tipo contra dispositivos IoT, comercial y como servicio con programas afiliados de ransomeware. Logrando un crecimiento de un 80% en este año.
Ante este panorama, el sector de la seguridad responde para reducir este tipo de ataques desmantelando el ransomeware Wild Fire y el Shade, con tecnologías especiales que detectan el cifrado malicioso y la supervisión del comportamiento.
Se espera que en 2017 se producirán ataques contra el hardware, firmware de los sistemas y las máquinas virtuales.
Algunas de las vulnerabilidades del hardware y firmware más conocidas son los microprocesadores, DRAM, máquinas virtuales, Firmware de Sistemas, Discos duros, Dispositivos USB, Tarjetas de Red, Enrutadores domésticos e impresoras.
Con el aprendizaje automático se acelerarán los ataques de ingeniería social, facilitando a los delincuentes la recopilación y fuga de datos, medios sociales, divulgaciones públicas, la extracción y transformación.
Entre los datos que se divulgaron este año se pueden utilizar para el aprendizaje automático están las historia clínicas, registro de clientes, registro de correo electrónico y redes sociales, documentación financiera de empresas y almacenes de datos robados.
Gracias a las Comunidades ISAO y a las plataformas de intercambio de inteligencia sobre amenazas, permitirán a las empresas incorporar automáticamente inteligencia sobre amenazas a sus sistemas de seguridad en 2017.
Redacción
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