A nivel mundial y de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los países con las jornadas laborales más cortas son los más productivos y como ejemplo se encuentran Dinamarca, Noruega y los Países Bajos, donde la jornada laboral promedio es de aproximadamente 35 horas por semana y la productividad es de entre 86 y 60 dólares por hora; mientras que en México es de 10 dólares.
La propuesta en México de reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales representa un cambio significativo en el bienestar de los trabajadores, su desarrollo personal, el fortalecimiento de la familia y la mejora de la productividad, reconoce Manuela Iglesias, Head of People Analytics & AI de Rankmi —plataforma líder en software para la gestión de personas—.
La reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales contribuiría al disfrute de un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal de las y los colaboradores, empujando la equidad en el hogar.
De acuerdo con la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (Enasic) las mujeres dedican 37.9 horas semanales al hogar, mientras que los hombres, solo 25.6 horas.
Con este ajuste, las personas tendrían más tiempo para dedicarse a actividades de desarrollo personal, como educación, hobbies o tiempo de calidad con la familia. Además, esto podría contribuir a reducir el estrés y mejorar la salud mental de los trabajadores, lo que a su vez tendría un impacto positivo en su productividad y satisfacción laboral e incluso en la parte económica.
Sin embargo, la reducción de horas debe estar apalancada de estrategias que ayuden a elevar la productividad como la mejora del modelo de gestión de desempeño de acuerdo con los objetivos de la empresa, la creación de un modelo para mejora del clima laboral, mediciones de liderazgo e inclusión, las cuales pueden automatizarse con el uso de herramientas digitales.
“La productividad no está directamente relacionada con el número de horas trabajadas, sino con la eficiencia en el uso del tiempo. De hecho, hay estudios que han demostrado que trabajar menos horas puede aumentar la productividad, al fomentar la concentración, la creatividad y el bienestar general de los empleados”, menciona Manuela Iglesias, Head of People Analytics & AI.
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