Puedes tener la certeza que no pregunto por tu estilo sino por el cuidado que tienes en los detalles para hacer que tu cliente compre más, o que cerrar a nuevo cliente no sea una batalla.
Imagino que conoces tu proceso de venta, ahora definamos cómo hacerlo más sencillo:
1) Al igual que el asunto personal la primera impresión es fundamental, pon especial atención en el trato y muestra un auténtico interés por tu prospecto y la solución a sus problemas.
2) ¡Escucha más y habla menos! ¿Cómo sabes si eres tú la mejor opción? O si lo que vendes en lugar de solucionar, se convertirá en un gasto (además de un mal recuerdo).
Asegúrate de preguntar: conoce la situación, los problemas que ha creado, las implicaciones en monto$, y conoce si verdaderamente hay una necesidad ¿La solución al problema está a tu alcance? ¡Conviértela en beneficiosa la medida y olvídate de las características!
3) ¿Tienes la capacidad de respuesta y eres la mejor opción? Permite que el prospecto pruebe y se dé cuenta por sí mismo lo que puedes hacer; asegúrate que conozca los detalles y suéltalo hasta un día antes de la vigencia.
4) Cumple con tus promesas y verifica que tu equipo sea una extensión de ti mismo.
5) Vuélvete la envidia de los mejores anfitriones: crea experiencias, y haz que el trato con cualquier persona que tenga que ver con tu negocio sea profesional y cortés.
6) Olvídate de palabras raras; haz que todos, a cualquier nivel te entiendan a la primera.
7) Un cliente molesto regará veneno, aún si eres inocente del error. Aclara la situación, ofrece ayuda inmediata y una opción adicional.
Jorge Guadarrama Grimaldo
Coach de Negocios/Empresarial
ActionCOACH