Llamamos Influencer a toda aquella persona que tiene la capacidad de influir en el comportamiento de los demás. Sin embargo, aunque hay personas que tienen esta característica de manera innata, lo cierto es que se trata de una habilidad/competencia que puedes ir desarrollando a lo largo de tu carrera profesional.
Esta habilidad/competencia es la que mejor paga el mercado; además, te da autoridad en el entorno laboral y te conviertes en alguien que abona a los resultados de la organización; haces que las cosas pasen, lo cual genera resultados y esto es algo muy bueno tanto para ti como profesional como para la organización en la que trabajas, todos ganan. Ser un influencer te aportará muchas ventajas independientemente del área en la que trabajes, ya que en todas se requiere de resultados. Además, te provee de herramientas comprobadas para eliminar hábitos arraigados y ejecutar iniciativas de cambio en equipos e, incluso, organizaciones enteras.
Ahora bien, para llegar a ser un influencer en el terreno laboral conviene que comiences, primeramente, por influir en ti mismo; es decir, ejercita la capacidad de influir en tu propio comportamiento para después poder influir en los demás; Desarrolla, igualmente, habilidades de comunicación para que seas visible frente a las personas que te rodean y te consideren como un influencer en tu entorno.
Pasos a seguir para lograrlo:
1. Practica tus habilidades de comunicación. Es difícil pensar en un influencer cuando hablamos de una persona que no se comunica de manera articulada, convincente y persuasiva.
2. Especialízate en un tema/actividad en particular, haz que sea “tu tema”, eso te hará experto en la materia, y provocará que la gente se deje influir por ti
3. Desarrolla habilidades de diagnóstico para saber evaluar y entender la situación en la que te encuentras tanto tú como los miembros de tu equipo … Si lo aprendes a hacer, desarrollarás de manera natural muchas habilidades que perfilan a un influencer. Cuando tú te sientes diagnosticado, en ese momento te pones en las manos de la persona que tienes enfrente.
Asimismo, es importante establecer los procesos para lograr las conductas deseadas. Ejercer la capacidad de influir en los demás y hacerlo de manera positiva denota el sentido ético que la persona tiene de las cosas; uno puede influir de manera positiva o negativa en los demás … En este sentido, el conocimiento de la ética y los estándares de conducta, son fundamentales. Y la realidad es que todos podemos ejercer mejor una influencia positiva. No pasa un día sin que intentemos influir sobre nosotros mismos o sobre los demás para hacer las cosas de un modo diferente. Motivamos a los empleados para que se preocupen más por las ganancias. Luchamos para ayudar a nuestros equipos a concluir proyectos a tiempo y dentro del presupuesto.
Finalmente, trabajamos de manera continua en las formas de ejercer determinada influencia, pero con frecuencia nos falta más por hacer. En este sentido, creo que hay una gran necesidad en el mercado de conocer bien cuáles son las herramientas que ayudan a promover y a influir en la gente y creo que trabajar en ello es fundamental. Pero no todas las empresas ni los equipos de trabajo lo tienen claro.
Hoy hablamos de habilidades de liderazgo y está muy cercana la una de la otra, pero sí creo que entender cómo influir en el comportamiento de otros resulta indispensable.
Raciel Sosa, Director General de Leadex Solutions www.leadex.com.mx
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