El inventor requiere un entramado social que en México no existe, pues está roto. Por esta razón, la creatividad tan grande que tenemos en el país no se concreta en aplicaciones prácticas, aseguró Víctor Manuel Castaño Meneses, investigador del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA) de la UNAM.
“La creatividad de los mexicanos pocas veces se concreta en aplicaciones prácticas”, advirtió Castaño y añadió, “innovar no se percibe como un valor; en cambio, acumular riquezas sin trabajar, burlar las leyes y presumir bienes materiales es parte de un falso esquema ético”.
La situación de los inventores se complica si la infraestructura y el apoyo para concretar proyectos son insuficientes. Nuestro país es el integrante de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que menos invierte en investigación y desarrollo, con menos del 0.5% del Producto Interno Bruto (PIB) en comparación con Israel con casi el 5%.
“Necesitamos un cambio cultural. Por más que se hagan oficinas, se ofrezcan programas, si la gente no está convencida de que innovar es valioso, no lo tomará como tal”, advirtió Castaño Meneses.
Al respecto, recomendó inculcar desde la formación básica la importancia de generar ideas en beneficio de todos y con ello, México se transformaría en un país innovador en una o dos generaciones.
Castaño pone como ejemplo, las aportaciones de Larry Page y Sergey Brin, creadores del motor de búsqueda Google, y Mark Zuckerberg, inventor de la red social Facebook, quienes demuestran que, por primera vez en la historia, el mundo se puede dividir entre “los que innovan y los que no lo hacen”.
En México, el 17 de febrero está instituido como el día del Inventor Mexicano, en memoria del natalicio de Guillermo González Camarena, creador del sistema para transmitir televisión a color. En esta fecha se celebra la capacidad innovadora, no necesariamente la creatividad, “hay mucha gente muy creativa que no innova en lo más mínimo” y afirma Castaño “la innovación es 99% aplicación y 1% creatividad.”
Señaló además que los mexicanos somos muy creativos, pero poco innovadores y que no somos capaces de transformar nuestra creatividad en aplicaciones concretas que generen bien común.
Citó algunos ejemplos como el trabajo universitario del primer prototipo de televisión en tercera dimensión, un biochip para diagnosticar tuberculosis, pintura antigrafiti, material aglomerado que resiste el fuego, el agua y la entrada de virus y bacterias, entre otras innovaciones y patentes, fruto de casi 30 años de trabajo.
Pone de ejemplo a Corea del Sur, quien duplicó sus innovaciones registradas internacionalmente en la última década, alcanzó las 8 mil 800 en 2010. En contraste, Brasil registró 103, México 60, Argentina 45 y Chile 21, según cifras de la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos.
Con respecto a la Encuesta sobre la percepción pública de la ciencia y la tecnología en México 2009, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, (Conacyt), refiere que 52% de los encuestados opinó que los científicos son peligrosos por sus conocimientos.
Castaño comentó: “Tal vez a lo que se referían los participantes es al concepto abstracto, ajeno a la realidad nacional, del “científico loco”, dedicado a crear armas letales. No somos peligrosos, porque para el público ni siquiera existimos. A los mexicanos nos interesa la ciencia, lo que falta es saber comunicarla”, dijo.
Elvira Mayén-Lugo
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ESTO TA RE INCOMPLETO
Efectivamente, en México hace mucha falta el crear una fundación u organismo que realmente apoye los inventos de mucha gente que cae en el desanimo por falta de recursos y deja proyectos a la mitad o sencillamente no los explotan ni los dan a conocer, yo ya pase por ahí, después de mucho batallar me ayudo FUMEC para registrar mi patente, lo que me falta ahora son los recursos para fabricar, espero encontrar a alguien que le interese porque quièn me a ofrecido “ayuda” practicamente se quieren adueñar de los derechos y beneficios.