Si bien la conformación de una empresa familiar es una buena opción, pues se pueden unir talentos y aprovechar los lazos afectivos, es importante aclarar que, estas buenas razones también representan grandes retos.
El cariño entre los miembros contribuye al sentimiento de pertenencia dentro de la organización y aunque esta unión puede ayudar al inicio del negocio es necesario tener bien delimitados los roles de cada uno.
En ese sentido habrá que dejar claro las posibilidades de entrada a la empresa de un nuevo miembro y aceptar el hecho de que para algunos pueden no merecer el cargo en términos profesionales o de conocimiento, por ello es ideal tener una buena capacidad de comunicación.
Habrá que ser honesto desde un inicio, por lo general este tipo de empresa se caracterizan por la confianza o el compromiso, no obstante exige que los miembros prefieran las estructuras definidas, tradicionales y poco innovadoras.
Como en toda organización las ventajas y debilidades dependerán de cada caso, no obstante, Margarita Chico, country manager de Trabajando.com México, comenta, “es importante que quien está interesado en participar en una organización con estas características, tome en cuenta sus intereses a corto y mediano plazo, habilidades y necesidades, así como los lineamientos de la empresa”.
Si dentro de la empresa se decide contratar a personas ajenas a la familia hay que tratar de ser justos pues es muy común que este empleado no sea considerado dentro de las decisiones, incluso si tiene buenas ideas, debido a que se da prioridad a los lazos afectivos y no a lo que es mejor para la organización.
Trabajando.com señala que pertenecer a una empresa familiar trae un mayor desafío para las personas, por ejemplo que habrá que afrontar conflictos que pueden afectar la confianza entre los miembros, en especial por las distintas generaciones que ahí conviven, ante esta situación es recomendable tener tolerancia a la frustración.
Este hecho resulta tan importante que si no se sabe manejar incluso puede provocar la desaparición de la empresa. De acuerdo con datos del Instituto de Estudios Superiores de España, las organizaciones familiares en todo el mundo transitan en un 75% en la 1ra generación, el 16% en la segunda, el 8% en la tercera, y sólo el 1% llega a la 4ta generación.
Pero la empresa familiar no tiene porque ser el futuro de las nuevas generaciones, en ocasiones por el bien de la familia y el mismo negocio es mejor que los jóvenes inicien su carrera profesional para ganar experiencia y entonces busquen un mejor empleo fuera de la organización familiar.
Ariadna Cruz