El 2010 se perfila como el año de la recuperación económica, por lo que los ejecutivos están más optimistas respecto a las condiciones futuras que prevalecerán en sus respectivos sectores e industrias. Sin embargo, siempre hay dos caras de la moneda, más aún cuando se trata de la obtención de financiamiento para empresas medianas. Se vislumbra que las instituciones financieras seguirán siendo minuciosas en sus procesos de aprobación de crédito. Los montos a otorgar serán menores, las garantías solicitadas mayores y las tasas de interés prevalecerán altas en comparación al período pre-crisis, implicando todo ello la necesidad de anticipar la elaboración, preparación y documentación de los planes financieros. Quien no planee estratégicamente dónde obtener recursos económicos y no utilice mecanismos, modelos y análisis financieros para asegurarse cuál es la mejor opción, se sentirá como “echándose un volado”, sin la confianza de ganar.
“La sola palabra „deuda‟ hace que los ejecutivos presten atención y reflexionen sobre los beneficios y las implicaciones de incurrirla”, afirma Marco Garza, Director de la práctica de Asesoría en Deuda de Deloitte México. “En el último año hemos visto como empresas de diversas industrias han comprometido la continuidad de sus operaciones, simplemente por el hecho de tener un perfil de vencimientos de deuda no acorde a su generación de flujo de efectivo; que en general ha resultado menor que la prevista, lo cual ha ocasionado procesos de reestructura en condiciones menos favorables que las originalmente contratadas”, agrega.
En diversos casos, el común denominador para las empresas en crecimiento en la denegación de crédito por una institución bancaria u otros acreedores, es la falta de un plan de negocios que responda a interrogantes tales como: ¿a dónde vamos?, ¿cuál es la estrategia que sustentará el desarrollo de la empresa?, ¿qué pilares soportarán el crecimiento futuro?
Posiblemente los ejecutivos sepan las respuestas a estas y otras preguntas clave sobre su negocio. El reto es comunicarlo, por ello es importante “aterrizar” el modelo de negocios a un plan. Garza reflexiona: “Hoy los inversionistas y acreedores buscan opciones que expongan su capital al mínimo riesgo. El acreditado requiere generar confianza ante sus acreedores y/o inversionistas, por lo que no contar con un plan de negocios claro, definido y que presente claramente con datos y cifras el desempeño del negocio, le restará probabilidad para obtener los recursos”.
Los procesos de preparación y negociación para obtener financiamiento no son sencillos, se tienen que conciliar los intereses de diversos jugadores. Hay que demostrar a las instituciones financieras que el negocio cuenta con la capacidad para producir más valor a través de la obtención de su financiamiento y al mismo tiempo darles certeza a terceros de que esta alternativa se alinea con los intereses de la empresa. Todo esto complementado con una planeación y análisis financiero y operativo que permita anticipar, proyectar y tener control.
“Una vez decidido el „cuánto y cuándo‟, es hora de ver qué ofrecen los acreedores. La banca comercial tiene ofertas muy similares, pero exponer su caso a más de una institución puede mejorar términos y condiciones en cuestión de tasa de interés, plazos, comisiones, obligaciones de hacer y de no hacer, garantías, etcétera”, recomienda Marco Garza. “Busque más opciones para mejorar sus términos, ponga a los bancos a competir y el resultado podrá ser un financiamiento en mejores condiciones para su empresa”, finaliza.
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