El spam más que una simple molestia se ha convertido en un grave problema para las personas y empresas. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) estima que el 80% de los correos electrónicos que circulan en Internet son spam. Además, esta amenaza se está extendiendo peligrosamente hacia otras tecnologías como la telefonía móvil y servicios de mensajería instantánea. El spam obstruye redes empresariales, facilita la propagación de virus o mensajes fraudulentos y es un importante factor que debilita la confianza en Internet, frenando así el crecimiento de la economía digital.