Las empresas deben responder de forma asertiva a los retos que el contexto social demanda de ella.
Un análisis detallado de la misión que encumbran las empresas deberá reflejar no sólo el propósito economicista, sino una construcción hacia un escenario de “inclusión” como estrategia de participación hacia la comunidad y por supuesto al medio ambiente, respondiendo de forma oportuna, eficaz, eficiente y un alto compromiso ético, a la problemática a enfrentar a través de una genuina “conciencia social”. Para ello, es necesario desarrollar no sólo un plan estratégico en responsabilidad social, sino toda una infraestructura ex profeso para este fin, permitiendo ser generador de cambio de valor trascendente.
En ese sentido, la estrategia, los planes, los proyectos deberán estar enfocados al impulso de desarrollo en temas clave de competencia como puede ser el deporte, la cultura o el desarrollo profesional, sin embargo, el mayor interés deberá ser la formación de pensamiento crítico en toda su cadena de valor, pues la responsabilidad social no es un área de conocimiento personal, sino colectiva, para permitir un proceso de transversalidad que homogenice compromisos hacia el valor del sentido empresarial, colectivo y ético.
En este sentido, no existen respuestas únicas o verdaderas de responsabilidad social, ya que cada acción es específica habilitada a cada situación en concreto, sin embargo, es necesaria una serie de acciones identificables y preguntas concretas que todas las empresas con compromiso social tendrían que hacerse:
1. Relevancia social: ¿Cuál es la importancia del proceso de intervención e impacto social hacia la comunidad y/o grupos de interés? ¿Quiénes son los actores que se beneficiarán con el proceso de intervención? ¿Existe una proyección de las acciones emprendidas?
2. Calidad: ¿Los procesos son verdaderas posibilidades de cambio social? ¿Se alcanzan los objetivos planeados? ¿Están empatados con la misión institucional? Medición cuantitativa del impacto.
3. Acción social responsable: ¿Existe nivel de corresponsabilidad con las audiencias? ¿Están integrados en el proceso los públicos? Factibilidad del proceso.
4. Desarrollo integral: ¿El proceso de intervención es una acción integral o un proceso aislado? ¿Cómo se dará seguimiento al proceso de intervención? ¿Los públicos meta fueron considerados en la toma de decisiones?
5. Diseño de perspectivas de desarrollo: ¿Las acciones emprendidas son sustentables? ¿traen cambios positivos al entorno? ¿Facilitan su replicabilidad?
6. Contribución y cambio social: ¿Se puede medir los cambios sociales a partir del proceso de intervención? ¿Hubo cambios sociales? Educación y nueva cultura social empresarial.
Esta reflexión es una invitación para iniciar la discusión en torno al alcance sustantivo que tiene la responsabilidad social en las empresas.
Mtro. José Israel López Robles
Académico de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac.
@laersi2 jose.lopez@anahuac.mx
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