Las aplicaciones son cada vez más importantes en este mundo interconectado y de dispositivos móviles inteligentes, el objetivo de constructores de aplicaciones es el de animar un sistema operativo móvil y atrapar al mayor número de usuarios posibles.
Tanto es así que Microsoft estaría pensando en implementar soporte en Windows Phone y Windows para programas que han sido ideados originalmente para ser ejecutado en sistemas con Android.
Los datos del uso de aplicaciones son incuestionables. Según cálculos de estudios de mercado, el uso de este tipo de software se disparó en 2013 un 115% respecto a los números generados en 2012.
¿El motivo? La principal es debido a la popularidad de la mensajería instantánea. Aunque también tienen algo que ver las aplicaciones de productividad, las musicales y las de compra o estilo de vida (deportes y salud).
El problema más grave llega cuando un usuario descarga una aplicación y ésta contiene malware, en ocasiones sin que sus efectos sean apreciables a primera vista, lo que puede acabar en problemas como por ejemplo el robo de información privada. Otra barrera para conseguir una experiencia satisfactoria consiste en la publicidad engañosa, de tal forma que la aplicación funciona de manera deficiente y no satisface las expectativas.
En muchos casos los usuarios se dan cuenta de que la aplicación no es lo que buscaban una vez descargada y esta sensación empeora cuando han pagado para poder descargarla, las clasificaciones creadas por las app stores no siempre son la mejor referencia.
Para seguir disfrutando del potencial de los contenidos móviles pero de forma totalmente segura y eficaz, se ha elaborado una lista de cinco recomendaciones básicas:
1. “Leer análisis en blogs”. Lo bueno de vivir en un mundo tan volcado en la red es que puedes encontrar información sobre prácticamente cualquier cosa partiendo únicamente de un nombre. Visita las páginas de expertos y descubre qué dicen sobre la aplicación que estás pensando en descargar.
2. “Busca análisis y demos en redes sociales”. Si la información que aportan los blogs en texto puro no es suficiente para aclarar tus dudas o si quieres ver la aplicación directamente en acción sin necesidad de bajarla, también es posible realizar búsquedas en sitios como YouTube, Instagram o Facebook.
3. “Preguntar a amigos y conocidos”. Además de sondear la visión de terceros que ya han probado la aplicación y ratificar que no se trata de un programa de poca calidad, no olvides consultar con los más allegados. Si ellos ya han tenido una experiencia previa con esa misma aplicación, podrán aconsejarte mejor que nadie.
4. “Escribe y pregunta a los creadores”. Cuando tu incertidumbre va más allá de lo que te pueden aclarar tus amigos o de lo que ya está recogido en internet, lo único que te queda es intentar contactar con los desarrolladores. No te salgas de las tiendas oficiales, que ofrecen ciertas garantías, y busca ahí la forma de llegar a ellos.
5. “Ayudar a los demás”. La forma más práctica de descargar contenido que cubra tus necesidades es buscar información útil. Así que si has experimentado situaciones relevantes o te encuentras con consultas de otras personas que están en una situación similar a la tuya y sabes resolverlas, no dudes en darles un consejo.
Manuel Ballester
Socio Director Área de Consultoría, Auren
Vicepresidente Academia Mexicana Ciencia Sistemas
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