Aunque podría señalarse la falta de apoyo para las PyMEs en el último sexenio, la realidad es que este sector históricamente es referencia de la perseverancia de sus empresarios, donde la experiencia con educación o empírica les ha brindado la permanencia en el mercado, pero según la ASEM (Asociación de Emprendedores de México) el 27% de las PyMEs han fracasado por una mala administración, dando como resultado un acceso limitado a financiamiento.
Aunado a lo anterior, uno de los mayores retos es la carga fiscal y el acceso al financiamiento. Reducir las cargas impositivas y ofrecer incentivos fiscales específicos para las pymes puede aliviar sus finanzas y fomentar su crecimiento. Además, facilitar el acceso a financiamiento mediante programas de crédito a tasas preferenciales y simplificar los trámites para la obtención de préstamos son medidas cruciales para apoyar a estas empresas.
Sin embargo, acceder a financiamiento es difícil si las finanzas de la empresa no están en orden. Preguntas básicas como: ¿quién me debe?, ¿a quién le debo?, ¿cuánto vendo?, ¿cuánto inventario tengo? son cruciales para abrir un abanico de oportunidades y posibilidades de acceso a crédito. Utilizar herramientas de gestión contable y administrativa, puede ser la clave para estructurar y optimizar las finanzas de las pymes, facilitando así su acceso a los recursos necesarios para su crecimiento.
Algunos de los estímulos destacados para las empresas mexicanas están dirigidos a las que están bajo el Régimen de Arrendamiento. Entre los beneficios para esta modalidad está el no presentar la información del IVA en la Declaración Anual del ISR, únicamente la Declaración Informativa de Operaciones con Terceros (DIOT); además puedes hacer deducciones personales pueden ser disminuidas en la Declaración Anual.
Otro ejemplo está en si participas en el Régimen Simplificado de Confianza (RESICO), que es para personas morales con ingresos anuales menores a 35 millones de pesos y personas físicas con actividad empresarial que ingresen menos de 3.5 millones de pesos anuales.
En la era digital, contar con herramientas tecnológicas adecuadas es esencial para la eficiencia operativa de las pymes. La adopción de software administrativo y contable ofrece múltiples beneficios, como una gestión más eficiente y accesible desde cualquier lugar, desde cualquier dispositivo con acceso a internet, así como cumplir obligaciones fiscales y tomar decisiones basadas en datos precisos y actualizados garantizando que la información está segura y respaldada.
Además, la digitalización permite la automatización de procesos administrativos y contables, lo que ahorra tiempo y reduce costos operativos. Las pymes pueden concentrarse en actividades estratégicas y de crecimiento en lugar de dedicar recursos a tareas manuales y repetitivas. También facilita la colaboración y comunicación interna y externa, permitiendo a los equipos trabajar de manera más coordinada y eficiente.
El acceso a análisis y reportes en tiempo real es otro de los grandes beneficios de la digitalización. Con datos actualizados, las pymes pueden identificar rápidamente oportunidades y amenazas, ajustando sus estrategias con agilidad.
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