Por más cuidadoso que seas al desempeñarte como profesionista y empresario, siempre existe el riesgo de que cometas algún error que te genere complicaciones legales y económicas. Para atenuar sus consecuencias, existen Seguros de Responsabilidad Civil, que te ayudarán a cubrir los daños causados sin dolo a terceros en el ejercicio de tus actividades.
Al contratar un seguro de este tipo, lo que proteges en realidad es tu patrimonio: “Si se presenta una demanda debes pagar abogados y resarcir el daño a terceros y si no cuentas con un instrumento que te apoye tendrás que hacerlo con tu dinero, a lo mejor tendrás que vender tu coche, tu casa, e incluso podrían impedirte ejercer tu profesión. Con ello estarás imposibilitado para generar el ingreso que requiere tu familia para subsistir”, explica Raúl Tapia Eguiarte, director de Desarrollo de Negocios de GMX Seguros.
El mecanismo está disponible para aquellas personas con una certificación o acreditación por parte de una institución o autoridad para desempeñar una actividad concreta: médicos, contadores, abogados, ingenieros, arquitectos, funcionarios públicos, peritos, valuadores, certificadores, corredores de bienes raíces, informáticos, ambientalistas, agentes de seguros, publicistas, entre otros.
Sin embargo, no en todos los casos se exige la cédula profesional como requisito, ya que la Dirección General de Profesiones no otorga una cédula para todas las carreras. En esos casos, se solicita el documento o autorización especial emitida por la autoridad correspondiente.
El Seguro de Responsabilidad Civil Profesional tiene dos coberturas básicas:
1. Pago de indemnización a terceros por daños y perjuicios ocasionados por el asegurado.- Con ella se garantiza el pago de siniestros por reclamaciones presentadas en contra de un profesionista, imputable a errores u omisiones, impericia, negligencia no dolosa cometida en el ejercicio de su actividad profesional.
2. Defensa jurídica que conlleva el análisis y defensa legal, el pago de fianzas y cauciones requeridas.- La aseguradora proporciona un abogado de su red, dependiendo del tipo de asunto y profesión.
Los profesionistas con empleados bajo su cuidado, control y vigilancia durante el ejercicio de sus funciones, pueden contratar una extensión del seguro, que cubre las acciones realizadas por los mismos. Para complementar el paquete las compañías ofrecen coberturas adicionales como: pérdida de documentos, difamación, propiedad intelectual, infidelidad de empleados, por el uso de inmuebles, entre otras.
Es importante mencionar que el seguro sólo cubre actos involuntarios, por tanto las conductas intencionales o dolosas, los fraudes, daños preexistentes, así como los actos que por sí mismo constituyan un delito, como una violación o el acoso sexual no son sujetos de cobertura y se consideran exclusiones.
Para contratar un Seguro de Responsabilidad Civil es necesario llenar un cuestionario con el que se determinará el perfil del usuario. Éste incluye cuestiones generales, entre ellas los años de experiencia profesional.
Con esta variable se puede hacer un análisis para sugerir ciertas condiciones de contratación: prima, deducible y otras características muy particulares de un contrato de seguro, señala Christian Pedraza Rivas, gerente de Responsabilidad Civil de GMX Seguros.
Pero no siempre se toman en cuenta las mismas variables. Por ejemplo, en el caso de un ingeniero será importante conocer el monto de los ingresos anuales, mientras que para un médico tendrá mayor relevancia la especialidad, ya que el trabajo de odontólogo no plantea el mismo riesgo que el de un cirujano.
Al contratar este mecanismo existen dos formas en las que la aseguradora puede pactar la responsabilidad de las indemnizaciones que el asegurado deba a un tercero:
a) Por hechos ocurridos durante la vigencia de la póliza respectiva en el año anterior siguiente, siempre que la reclamación se formule por primera vez y por escrito al asegurado durante la vigencia de la póliza. Esto significa que cubre los daños ocurridos en el 2011, pero reclamados en el 2012, año de vigencia del seguro.
b) Por hechos ocurridos durante la vigencia de la póliza, siempre que la reclamación se formule por primera vez y por escrito al asegurado en el curso de dicha vigencia o dentro del año siguiente a su terminación. En este caso los daños ocurridos en 2011 y que sean reclamados durante ese año o uno después.
Con base en esto, resulta fundamental conocer cuál de las dos aplicará la compañía contratada.
Una precisión que hace el gerente de Responsabilidad Civil de GMX Seguros respecto a la contratación de estos mecanismos es que “uno no puede partir de un proceso judicial donde ya tenga una demanda y pretenda contratar un seguro que le brinde una cobertura sobre un hecho ya consumado”. En otras palabras, si eres ingeniero y sabes que se cayó un puente que hiciste el año pasado, no puedes contratar este instrumento para que cubra el hecho.
Respecto al costo o prima del seguro, Raúl Tapia Eguiarte señala que éste tiene una relación directa con la suma asegurada que se contrate, qué monto es el indicado es difícil precisar: cada profesionista sabe cuál es el peor daño que puede causar. Un aspecto que se toma en cuenta es el estado de la República donde se ejerza, porque dentro de la indemnización hay un concepto que es el daño moral y algunas legislaciones estatales contemplan un tope por el pago de éste y lo limitan a cierto número de salarios mínimos. Existen otras entidades, como el Distrito Federal, donde queda a consideración del juez y esto puede elevar de manera importante el monto a indemnizar, explicó el director de Desarrollo de Negocios de GMX Seguros.
En este punto hay muchas personas que empiezan a dudar sobre contratar o no un seguro, pero el directivo reflexiona: Si bien, contar con una mayor suma asegurada hará que el precio del seguro aumente, es recomendable poner en una balanza qué pesa más: pagar tres, cuatro, veinte mil pesos por una suma asegurada de cinco millones, diez, o estar expuesto a una demanda judicial que representará pagar los honorarios de un abogado y la indemnización, si se diera el caso.
Otros puntos a considerar sobre el Seguro de Responsabilidad civil son:
— Preguntar como está dividida la suma asegurada: Algunas compañías limitan al 50% de ésta los gastos de defensa y el resto para la indemnización; en otras no existe tal división.
— Preguntar cuánto se pagará como deducible: Al igual que otros conceptos del seguro, éste varía de profesión en profesión, e incluso hay algunas compañías que no lo aplican en ciertas profesiones.
Aunque muchos podrían pensar que el seguro es costoso, hay pólizas al alcance de todos. Entre los profesionistas que más contratan este seguro están los médicos, quienes pagan 5 mil pesos en promedio por una suma asegurada de un millón de pesos.
Con información de Condusef
Karina Hernández Barrera
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