Como diría Og Mandino en su legendaria obra: El vendedor más grande del mundo, “Persistiré hasta alcanzar el éxito”.
Nótese en la frase celebre que no dice “persistiré hasta que me canse”, ni “persistiré siempre y cuando no sea demasiado difícil”, tampoco dice “persistiré hasta que encuentre algo más seguro, mientras me confirman la propuesta de empleo o mientras “sale” algo mejor”. Dice clara y puntualmente “hasta alcanzar el éxito”.
Y es que, amigo o amiga emprendedor(a), como tú, en varias ocasiones de mi vida he estado en la necesidad de fondear proyectos de negocio a través de terceras personas, ya sea amigos, desconocidos capitalistas, instituciones, bancos, fonales o bancas de inversión.
El vía crucis es largo y el ritmo de avance comúnmente lento, al menos para la velocidad que el emprendedor quisiera, en algunas ocasiones la postura del emprendedor es ¡dime que sí, o que no, pero dímelo ya!. Como te comenté, he vivido en carne propia lo desgastante que es el proceso para conseguir capitales, sobre todo para proyectos de gran envergadura, procesos, citas, explicación de tu proyecto una y otra y otra vez, papeleo, negativas, criticas y a veces hasta burlas golpean el ímpetu del emprendedor.
Y es que, como menciono en mi libro Hacedores de Sueños, “los sueños son una realidad física sólo en la mente de aquel que los sueña”.
Permíteme explicarlo más a fondo, todos los seres humanos tenemos un “estilo de vida A” y un “estilo de vida B”, el primero esta formado por nuestra cotidianeidad y realidad tal como es, el segundo por la cotidianeidad y realidad como podría ser en el futuro cercano.
Cuando gestamos un proyecto especifico lo hacemos desde nuestro estilo de vida “A”, pero proyectado a nuestro estilo de vida “B”, es decir, sólo en nuestra mente el proyecto en cuestión existe y es viable.
Cuando un joven asume con entusiasmo la meta de comprar un coche, su familia más cercana, sus padres y hermanos comúnmente hacen comentarios como : “¿estás seguro?, ¿cómo crees?, “eso no es para ti”, y es que comúnmente el análisis de la factibilidad de la realización de nuestros proyectos, los terceros lo asumen a través del análisis de nuestra situación actual (estilo de vida A) ya que desconocen la capacidad de comprometernos ha hacer lo que tenemos que hacer para materializar ese proyecto y llevarlo al éxito (estilo B).
Mientras más novedoso sea nuestro proyecto de vida o de inversión, mayores dificultades encontraremos en encontrar aliados, socios o elementos que hagan sinergia a nuestros planes, ya que mientras más novedoso nuestro plan, más alejado estará del estilo de vida “a” de nuestros posibles socios o aliados.
Tu proyecto comúnmente parece imposible a los ojos de terceros, y no sólo lo parece, sino que es imposible a sus ojos ya que lo analizan tomando como base su propia realidad actual y la percepción que de la tuya seas capaz de transmitir.
Déjame darte un ejemplo concreto: Imagina que vivimos en un mundo que no sabe utilizar la energía eléctrica, aún no ha sido descubierta ni perfeccionada, nos alumbramos con lámparas de petróleo, no gozamos de ninguno de los privilegios que dependen de la electricidad, no hay tele, ni radio, ni podemos hacer compras de consumibles para toda la semana ya que no contamos con refrigeradores en casa. Ahora imagina que uno de tus más grandes amigos personales, es más, imagina que tu compadre es nada más y nada menos que el mismo Thomas Alba Edison.
Imagina a tu compadre… Tan parecido a cualquier otro de tus compadres o amigos cercanos…con todo y sus limitaciones, complejos y malas conductas, probablemente fanático del futbol o del domino……
Ahora piensa que llega tu compadre eufórico y apasionado y te dice algo así como: “Fíjate que voy a inventar un aparatito que nos va a permitir tomar la luz del día, meterla dentro de un frasco y poderla utilizar en la noche”
¿Qué le dirías? : “¿Estás loco?”, “¿Cómo crees?”, “¡No inventes, cómo se te ocurre algo así, tan absurdo!”
Puedes tener la seguridad de que al principio, al mismísimo Edison sus amigos más cercanos, sus propios familiares le dieron ese tipo de sentencias, ahora imagina que te pide 10,000.00 dólares prestados para apoyar su proyecto.
¿Has dejado de querer a tu compadre por la locura de su proyecto?, por supuesto que no, al contrario, justo porque él es importante en tu vida, te preocupa que malgaste la suya en la consecución de un proyecto que parece tan absurdo, más aún cuando lo ves encerrado en el viejo laboratorio del garaje más de 17 horas diarias, privándose prácticamente de todo, de compartir con sus hijos, de caminar por el parque, administrando precariamente una economía casi insostenible y orillando a su propia familia a privaciones básicas en el tenor económico. Hasta estarías dispuesto a desalentarlo conscientemente… “compadre, deje esas tonterías, mire… si quiere yo le doy trabajo como director en mi empresa”.
Y hasta podría parecer indignante la respuesta y el rechazo de nuestro amigo “Le ofrecí un buen empleo, la alternativa de transformar su vida y la de su familia, y él simplemente prefiere perder el tiempo en su laboratorio con sus estupideces de la luz… ¡que se pudra él sólo!”
Y es que a los ojos de todos los demás, el proyecto de nuestro amigo eso parece, analizado desde nuestro propio concepto de realidad ¿Cómo podría ser de otra forma?, ¿Cómo podríamos creer que el buen “Tomy”, vecino y amigo va a inventar algo tan a todas luces imposible?
Los sueños son realidades mentales sólo de aquel que los sueña. El grado de convicción de nuestro amigo Thomas era tal, que no sólo estaba dispuesto a sacrificarlo todo y más, sino ha persistir hasta encontrar la forma correcta de materializar su proyecto. Vaya, para él no había posibilidad de irrealidad, el sabía, intuía o quería creer que su proyecto era viable, al grado de que fue capaz de intentar el ejercicio de la bombilla incandescente más de 5000 ocasiones.
Helios Herrera es consultor en desarrollo humano y productividad, conferenciante y escritor, presenta mes a mes el seminario presencial “Hacedores de Sueños” en varias ciudades del país. Esta disponible para compartir tus inquietudes en www.hhconsultores.com