México presenta una falta de profesionales con las capacidades y habilidades que demandan las empresas. En consecuencia, las contraofertas laborales son cada vez más comunes ya que el empleador se esfuerza por mantener a su personal, en algunos casos, sin importar lo que cueste.
Está claro que vivimos un momento de gran dinamismo en el mercado laboral pero lo cierto es que si un profesional acepta una contraoferta de su jefe después de haber renunciado, es probable que a los seis meses vuelva a estar en la misma situación de búsqueda de empleo.
Las razones más comunes por las cuales un trabajador deja su puesto de trabajo en México son la negativa ante una petición de incremento de salario, baja calidad de vida y aburrimiento, por lo que a menos que la empresa pueda ofrecer un cambio en ese sentido no vale la pena pues sólo se obtendrá una satisfacción a corto plazo, pero al final es probable que se vaya.
Si de verdad te interesa mantener un talento existen varios motivos por los cuales un profesional decide aceptar una contraoferta como el sentirse que son importantes y tomados en cuenta en la empresa, por una mejora económica, o muchas veces por el miedo a lo desconocido.
Además de la dificultad por encontrar profesionales con las habilidades que requieren las empresas, lo cierto es que cuando un empleador emite una contraoferta laboral, muchas veces, lo hace por diferentes motivos como que resulta más fácil mantener a un empleado ya capacitado que empezar un proceso de reclutamiento que le puede consumir tiempo y dinero. Por otro lado, la ausencia de este trabajador puede provocarle un paro en la actividad de la empresa que repercuta en la productividad. Por último, probablemente le va a costar al empleador menos dinero retener a un empleado a través de un incremento en sueldo que la atracción de nuevos talentos.
Por Wanda Sevilla, gerente de la especialidad de Marketing y Ventas Industrial de Hays México
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