Para responder esta pregunta, lo primero que debemos tener claro es identificar las modalidades básicas que podemos utilizar para obtener un nivel de ingresos que nos permita vivir de acuerdo con nuestras expectativas y estándares de vida deseados.
Una de las opciones que escogen la mayoría de las personas, y a la cual se han enfocado tradicionalmente la mayor parte de las escuelas y universidades en sus esfuerzos formativos, es la de trabajar para alguien más, desempeñándose como empleados. Sin embargo, en el entorno actual, las oportunidades para conseguir un empleo atractivo son cada vez menos abundantes y están expuestas a una creciente demanda por parte de profesionistas tanto recién egresados como con experiencia. Debido a eso, cada vez son más las personas que optan por iniciar un negocio propio, convirtiéndose en emprendedores.
En este sentido, con respecto al perfil de los dueños de negocios, podemos distinguir dos orientaciones básicas entre los emprendedores. Una de ellas corresponde a la del autoempleado, y la otra es la del empresario. Por una parte, la orientación del autoempleado se caracteriza básicamente porque su modelo de negocio tiene como principal recurso productivo al mismo dueño. Normalmente esto significa que sin la presencia de esta persona, el negocio prácticamente no funciona. Por otra parte, el perfil del empresario se caracteriza entre otras cosas por el desarrollo de un modelo de negocio en el cual los recursos productivos van más allá de una sola persona, de manera que incorpora una variedad de recursos tangibles e intangibles que permiten que el negocio pueda funcionar eficazmente sin la constante presencia y supervisión del dueño.
De esta manera, el empresario se encarga de formar un equipo de gente capaz que tenga las condiciones para compartir la toma de decisiones así como la gestión de los recursos productivos del negocio. En especial se enfoca en coordinar y optimizar los recursos humanos, financieros, materiales, tecnológicos, y también los recursos intangibles como las aptitudes y la motivación del personal, la reputación del negocio y sus marcas, entre otros.
De lo anterior surge la creciente importancia que han ido adquiriendo las diversas iniciativas y esfuerzos para formar y preparar a las nuevas generaciones para que tengan los conocimientos, las habilidades y las herramientas que se requieren para poder crear y desarrollar nuevos negocios como emprendedores.
Como parte fundamental de dichas iniciativas, existen diversos programas académicos enfocados al desarrollo emprendedor que aportan elementos muy valiosos al proceso de formación de muchos futuros empresarios. En este tipo de programas se revisan aspectos como los principios básicos de un negocio, la situación actual y las perspectivas a futuro para los nuevos negocios en México, las diferentes opciones para crear y desarrollar nuevos negocios, la planeación y administración de nuevas empresas, las etapas previas al inicio de actividades, los elementos básicos que constituyen un modelo de negocio y que nos permiten describir, diseñar, mejorar o innovar cualquier modelo, así como diversos factores y herramientas que ayudan a mejorar significativamente el desempeño competitivo de un negocio.
Sin duda estos programas pueden tener un impacto significativo en el panorama empresarial del país, al preparar y equipar a miles de personas interesadas en convertirse en emprendedores con las herramientas indispensables para crear y gestionar eficazmente nuevos negocios que puedan subsistir y crecer en el difícil entorno competitivo actual. Esto a su vez se traducirá en la generación de nuevos empleos y mejores oportunidades para una gran cantidad de personas.
Mtro. Xavier Medina Robles,Profesor de la Facultad de Economía y Negocios, Desarrollo emprendedor, Innovación y Mercadotecnia
Universidad Anáhuac México Norte
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