El cambio es la única cosa inmutable. Con esta frase, el autor alemán Arthur Schopenhauer se refirió al desafío permanente que el ser humano debe afrontar al momento de abordar una realidad cambiante y volátil. Aplicada esta definición al contexto actual, las empresas se hallan en la necesidad de responder a cambios continuos de manera ágil, con procesos de negocios eficientes y con un nivel de perfomance óptimo. Por este motivo, podríamos decir que la capacidad de respuesta operativa está asociada a la habilidad de las compañías para adaptarse al cambio, enfrentando la enorme presión de optimizar su desempeño y maximizar los resultados de negocio para lograr una ventaja competitiva.
¿Qué elementos son necesarios para lograr este objetivo? En primer lugar, resulta indispensable una conexión fluida entre los objetivos de negocios y las áreas de tecnología de información. Asimismo, todos los niveles implicados de la organización deben estar comprometidos con la mejora continua de los distintos procesos de negocio. Esto conlleva la tarea de aplicar lo aprendido para analizar y optimizar los procesos actuales y/o crear nuevos procesos. La gestión de los nuevos conocimientos debe estar alineada a los objetivos estratégicos y operacionales del negocio, evitando la duplicación de esfuerzos.
A su vez, deben aprovecharse las experiencias de los trabajadores, fomentando la generación de conocimiento útil por parte de los equipos de trabajo, ayudando a mejorar la toma de decisiones.
Otro aspecto importante es la visibilidad en tiempo real de los procesos, lo cual abarca la comprensión del entorno de los eventos de negocio, transacciones y operaciones. Al lograr capacidad de respuesta operativa, las empresas tienen un mayor conocimiento del entorno interno y externo que necesitan para transformar en resultados positivos aquella información derivada de sus clientes, condiciones competitivas, regulatorias y económicas, entre otros. Esto le permitirá tener una respuesta en tiempo real, integración abierta, acceso a datos y desarrollo/despliegue de aplicaciones.
Para resolver estas cuestiones, los tomadores de decisiones deben anticiparse y responder a las oportunidades y amenazas desde una sola interfase o punto de contacto, capitalizando procesos más eficientes y haciendo correcciones en el camino en tiempo real para disminuir riesgos. Eso les dará un valor agregado y una perspectiva de crecimiento en el mediano plazo, minimizando la complejidad IT y el coste total de la propiedad.
Mauricio García-Cepeda, Country Manager, México & Central América de Progress Software