La aventura de levantar un negocio está repleta de peligros. Algunos de los más importantes están señalados en este artículo. Estamos ante las trampas que pueden llevar a un negocio al cierre inmediato. Por tanto, es necesario conocerlas y prevenirlas para no caer en sus redes.
Uno de los principales errores de una PYME es la ausencia de la cultura empresarial. Muchos empresarios no la consideran necesaria, y sin embargo la misión, visión y valores de una empresa sin importar el tamaño es básica para su correcto funcionamiento y conocimiento. Son de hecho los pilares fundamentales en los que descansa la empresa.
Son cosas como cuáles son los valores que priman en la empresa, qué objetivo y propósitos buscan, por qué existe la PYME, por qué compran los clientes en el negocio y mucho más. No tener claros estos aspectos puede ser perjudicial para la empresa porque es gran parte de su identidad.
Llega un momento en que, tras mucho aguantar, la PYME está al borde de la crisis. Ya no es momento de decir que se utilicen los fondos de emergencia, porque seguro que ya se habrán utilizado, ni se recurra a otros asesores, porque seguramente ya se habrá hecho. Es el momento de diseñar nuevas estrategias, o volver a abordar las que ya se utilizan antes de llegar a una situación irreversible que lleve a la quiebra del negocio.
Es cierto que existen historias de éxito de cómo una sola persona ha sido capaz de levantar imperios por sí misma. Pero lo normal es que se necesite a más de un individuo para arrancar un negocio y hacerlo crecer. Con un apoyo es más sencillo superar los vaivenes del día a día.
Además, en una empresa existen infinidad de labores diferentes para las que el mismo empresario puede no ser la persona más adecuada, por lo que es necesario pedir ayuda y acudir a expertos que nos ayuden a salir de la crisis y redireccionar el negocio.
Es común que los negocios se encuentren en dificultades, ya sea como consecuencia de una mala administración, por factores propios del mercado, por la configuración de condiciones macroeconómicas existentes o por una combinación de las situaciones anteriores.
Ante estas dificultades, quienes tienen el timón de la empresa tratan desesperadamente de realizar acciones para mantener el barco a flote: sin embargo, muchas veces en la implementación de planes de emergencia se descuidan áreas de vital importancia. Esta omisión contribuye más a la pérdida del rumbo, el hundimiento del negocio y, en ocasiones, a perder la estabilidad familiar e inclusive su desintegración o ruptura.
Acciones que debes realizar
Con alguna experiencia en estos casos se pueden detectar algunos puntos a considerar para evitar el cierre de una PYME en tiempos de crisis.
- Tener un plan de negocios
Es casi seguro que el 100% de los expertos le dirán que una PYME debe tener un plan de negocios. Pues bien. Se trata de una realidad inamovible. Tener una guía ayuda a saber qué hacer en la empresa.
Es fundamental saber cuál es el propósito del negocio, quiénes son los clientes potenciales, cuál es la misión y los valores de la empresa, quiénes son los competidores, cuál es el siguiente movimiento… No se trata de seguir al pie de la letra lo que se vende desde las escuelas de negocio. Pero sí es básico contar con un plan de negocio que ayude a seleccionar el camino a seguir.
“Tan solo hay tres grupos de personas: los que hacen que las cosas pasen, los que miran las cosas que pasan y los que preguntan qué pasó.” Nicholas Murray Butler
- Negar la realidad
No negar los problemas. Si existe una crisis o cambio en la economía y no se han sentido sus efectos eso no significa que no se vayan a sufrir. Debe estarse preparado y consciente de la susceptibilidad del negocio. Así se podrán enfrentar mejor las dificultades aun cuando no hayan afectado de manera directa.
¿La competencia ya fue afectada? ¿Los clientes y proveedores ya sufren de los problemas de los cambios económicos?
- No prestar atención a indicadores externos
Dada la dinámica actual de la economía se deben seguir muy de cerca todos los indicadores macroeconómicos que pudieran afectar el negocio, tener presente que en estos tiempos globalizados un país en Asia, Europa o África en crisis puede mover a un continente y afectar un negocio en México.
Asimismo, debe estarse alerta con las tendencias del mercado, la introducción de nuevos productos y hábitos de consumo.
¿Los productos y servicios que ofreces continúan vigentes o agregan valor a los clientes?
- Falta de atención a indicadores internos
No solo debe estarse al tanto del exterior, en ocasiones los golpes más duros vienen del interior mismo del negocio.
¿El ritmo de las ventas es el esperado? ¿Han aumentado las cuentas por cobrar? ¿Existe un lento movimiento de inventarios? ¿La liquidez es baja? ¿El margen de utilidad está bajando?
Si descuidas estos indicadores la empresa podría enfrentar problemas de liquidez y posiblemente de negocio en marcha.
- Delegar decisiones estratégicas
En momentos difíciles habrá decisiones que no se deben delegar, pues requerirán de un mayor grado de reflexión, pero sobre todo de la atención personal e inclusive de incorporar asesores especializados.
“Todos tomamos decisiones y al final estas decisiones nos definen.” Ken Levine
- Falta de comunicación
Si bien debe tenerse cuidado con el manejo de la información, es importante que se transmita a los elementos clave y mantenga canales de comunicación con empleados, clientes y proveedores, bancos, accionistas y asesores, para allegarte de información adicional y que puedan enfrentar de manera conjunta los problemas.
“La comunicación humana es la clave del éxito personal y profesional”. Paul J. Meyer.
- No contemplar la modificación del modelo de negocios
Deben contemplarse los distintos escenarios a los que podrá enfrentarse el negocio durante y después de las dificultades económicas o cambios, aun cuando no se tenga una crisis. Así deberán plantearse diferentes formas de actuar y enfrentar cada situación.
Toda empresa familiar que vive de los logros del pasado sólo ha logrado asegurar su fracaso. Para que esta perdure por años, es necesario que se reinvente y evolucione.
- Falta de información y análisis para la toma de decisiones
Actuar con precaución, evitar las decisiones desesperadas, pero tomar decisiones oportunas basadas en un buen análisis de información confiable. Es decir, evaluar los riesgos y tomar decisiones una vez considerados los efectos que estos tienen para la empresa y como se pueden mitigar.
Tenemos que cuidar que la información que presentamos de nuestra empresa sea lógica.
- No reconsiderar presupuestos y proyectos
Aunque ya se tenga un presupuesto y diferentes proyectos en marcha, deberá replantearse la situación: ¿Cumplirá con el presupuesto a pesar de los cambios que se presentan? ¿Pueden seguir en pie los proyectos en desarrollo?
Quizás algunos planes deban esperar. Enfocarse en la situación, reestructurar el presupuesto, reducir los gastos al mínimo y buscar esquemas de financiamiento con los proveedores y bancos para que pueda enfrentar eventuales dificultades de pago por parte de los clientes.
- Hacer recortes de personal, inversiones y gastos
Generalmente en tiempos difíciles, se toma las decisiones de recortar el personal, inversiones y gastos, principalmente los de publicidad, ventas, marketing, asesoría y capacitación, sin ningún análisis previo y sin considerar que en muchas ocasiones son los generadores de los ingresos que a su vez generan las utilidades de las empresas familiares y no familiares.
- Deuda en exceso
Muchas empresas recurren a los préstamos o endeudamiento en las crisis, pero esto no hace más que empeorar la situación. Las pérdidas y deudas pueden dar lugar a complicaciones si la situación se mantiene más tiempo del que se esperaba.
Lo mejor es buscar de dónde recortar gastos lo máximo posible e incluso si es necesario utilizar los fondos de emergencia, pero endeudarse en exceso puede ser muy riesgoso para la empresa familiar. El crédito puede ser tu mejor aliado, pero también tu peor enemigo
- No atender a los cambios en el mercado
En las crisis, necesariamente, se producen cambios en el mercado. No saber que existen ni actuar en consecuencia puede ser un grave error, sobre todo cuando la competencia sí lo está haciendo.
“Una empresa que sigue empleando una estrategia que tuvo éxito, con el tiempo e inevitablemente caerá víctima de un competidor”. William Coben.
- Falta de planeación estratégica
No pensar y planear en qué pasará después de la crisis. No basta con vivir el momento e intentar salir de él, también hay que saber anticiparse a qué pasará tras la crisis y qué es lo que hay que hacer, para salir fortalecidos de ella y obtener ventajas competitivas. Si pudiéramos saber primero dónde estamos (diagnóstico) y hacia dónde vamos (visión, dirección de desarrollo), podríamos juzgar mejor qué hacer y cómo hacerlo (plan operativo).
La planeación estratégica es indispensable para guiar a una empresa a hacer realidad su visión, objetivos y metas estratégicas. No se puede gobernar, dirigir o controlar aquello que no se ha establecido ni documentado correctamente.
- Dedícale tiempo
No es momento de abandonar la empresa, es justo el preciso momento en que debes dedicar más tiempo a estar para estudiar estrategias, analizar resultados, buscar nuevas formas de mejorar y hacer todo lo posible por que la PYME sobreviva a ese mal momento.
“Los ganadores nunca abandona y los que abandonan nunca ganan.” Vince Lombardi
- La falta de control interno
La falta de controles puede ser un problema en las PYMES, ya que no se sabe si algo falla, no existen medidas de control para cada cosa, y se puede caer en malas decisiones o en malas situaciones sin apenas darse cuenta.
Hay que crear medidas de control para mitigar los riesgos, crear manuales, procedimientos y políticas de administración y operación y utilizar la información con la que se cuenta para tomar mejores decisiones.
Hacer un negocio en México es muy fácil. Simplemente lo que falta es orden y control.
No perder de vista estos puntos en el plan de acción para enfrentar las situaciones difíciles o cambios generados por la crisis, ayudará a que el negocio salga mejor librado de las dificultades y tenga la posibilidad, inclusive, de salir fortalecido.
Existen muchas cuestiones a tener en cuenta en la empresa, así que no hay que descuidar ningún detalle ya que todos son importantes. Cada región de nuestro país, cada segmento, tiene un riesgo y condiciones diferenciadas. Pero, sobre todo, antes que hacer todo lo que hemos dicho, has de reconocer que existe el problema y que si no actúas con tiempo puede que se convierta en un problema mayor, e incluso irresoluble.
Si la crisis es de la empresa familiar por alguna mala acción, lo importante es saber pedir ayuda y aceptar que nos equivocamos. Aunque se piense que no vale nada, en muchas ocasiones la clave sólo se encuentra en saber reconocer los errores y aprender de ellos para no volverlos a cometer.
Finalmente, es importante señalar que a veces las empresas familiares simple y sencillamente tienen errores que también se cometen en tiempos normales sin tener en cuenta su magnitud; como el no atender bien a sus clientes (cuando todo suma), tardar en los pedidos o en tener inventarios, mal servicio, (haciendo que se pierdan posibles clientes), no saber fidelizar, etc.
Si la crisis es de la PYME es por alguna mala acción o decisión, lo importante es saber reconocerlo y aceptarlo para poder corregirlo. Aunque se piense que no vale nada, en muchas ocasiones la clave sólo se encuentra en saber reconocer los errores. La verdad es que ser empresario es una carrera de obstáculos que, en muchos casos, son muy difíciles de superar.
C.P.C. y M.I. José Mario Rizo Rivas, Salles, Sainz – Grant Thornton
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